Culmina el rescate de los 155 cadáveres del funicular siniestrado en Austria

Ayer fueron evacuados los restos de todas las víctimas del incendio del funicular ocurrido el pasado sábado en el túnel de Kitzsteinhorn, en los Alpes austriacos. En total se registraron 155 muertos, entre los 152 ocupantes del tren y las 3 personas que perecieron en la estación del funicular al inhalar los gases tóxicos. El buen tiempo hizo posible que se retiraran todos los equipos de rescate, que estuvieron trabajando sin parar durante cuatro días en el empinado túnel de alta montaña, que había sido inaugurado en 1974 para conducir a los esquiadores al glaciar en el metro alpino. Ayer, los constructores del funicular confirmaron que el vehículo conservaba toda su estructura básica (plataforma y ruedas) del año 1974, porque en 1994 únicamente se renovó la cabina y el sistema hidráulico y eléctrico. Este dato agudiza las sospechas de que pudo haberse roto una rueda del vagón.

Pero son conjeturas que se basan todavía en indicios muy vagos, como los testimonios que aseguran haber escuchado dos detonaciones consecutivas o haber percibido la ruptura de un cable. Los expertos aún no han detectado las causas concretas ni el origen del material inflamable (probablemente aceite lubricante) que encontraron en los rieles del tren. Se mantiene en pie la hipótesis, defendida por el investigador técnico Christian Lang, de que una avería técnica se produjo antes de que el vehículo se introdujera en el túnel y provocó el incendio.

"Las investigaciones avanzan rápido, pero pueden tardar algún tiempo aún", indicó el mayor Franz Lang. También aumentan las críticas contra la falta de dispositivos de seguridad. En el Estado alemán de Baviera, varios familiares de las víctimas se disponen a presentar una demanda conjunta.