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El Príncipe elogia el esfuerzo de Euskadi hacia un horizonte de modernidad en paz

El príncipe Felipe enmarcó la nueva terminal del aeropuerto de Bilbao, inaugurada ayer, dentro de los retos del País Vasco que apuntan "a un horizonte de modernidad en paz". Acompañado de dos ministros y el lehendakari, Juan José Ibarretxe, comparó su presencia en Euskadi con la reciente visita de los Reyes, que "testimoniaban su apoyo a la sociedad vasca". La nueva terminal, diseñada por Santiago Calatrava y que empezará a funcionar el próximo domingo, triplica la superficie disponible actual, ofrece por vez primera embarques directos y duplica la capacidad al alcanzar los cuatro millones de pasajeros anuales.Don Felipe destacó en los actos inaugurales la reciente visita de los Reyes a Euskadi, hace dos meses, con motivo de la apertura de la casa-museo del escultor Eduardo Chillida, con la que, dijo, "testimoniaban su apoyo a la sociedad vasca, a su cultura y a su tradición". "Hoy me corresponde a mí", añadió, "la satisfacción de acompañaros en este acto". Afirmó que las nuevas instalaciones ejercerán "un efecto integrador muy positivo" en el desarrollo del País Vasco, del que destacó su empeño "en nuevos retos que apuntan a un horizonte de prosperidad y modernidad en paz". Algo que "todos anhelamos y por lo que todos trabajamos", enfatizó. El Príncipe de Asturias felicitó a Calatrava y, en unas frases leídas en euskera, a todos los participantes en las obras.

Ibarretxe, que acompañó al Príncipe junto a los ministros de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, y de Ciencia y Tecnología, Ana Birulés, dijo que la terminal representa el afán de la sociedad vasca "de apertura al mundo, de construir un país moderno y en libertad". Manifestó que la violencia "desfigura nuestra personalidad como pueblo" y reiteró que cualquier proyecto político debe respetar los derechos humanos y las libertades. "Ésta es una proclama que creo que es necesario hacer el día de la inauguración de este edificio", señaló.

Álvarez Cascos expresó que la terminal diseñada por Calatrava es la "pieza más importante del gran proyecto de transformación del aeropuerto de Bilbao" y que su puesta en marcha abre la etapa de modernización de las infraestructuras aeroportuarias en España, en referencia a las mejoras que se acometen ahora en Barcelona y las que se iniciarán en julio en Madrid.

Transformación total

El arquitecto Santiago Calatrava explicó el sentido de su obra y la definió como un edificio "construido con hierro, madera, hormigón y piedra, pero también con coraje y amor", que constituye un "mensaje de esperanza, alegría y amor a los hombres de estas tierras". La nueva terminal de Bilbao muta totalmente la fisonomía del aeropuerto: la ubicación cambia de municipio -de Sondika a Loiu-, modifica todos los accesos actuales y ofrece una superficie de 39.000 metros cuadrados, frente a los 12.000 del edificio que se utilizará hasta el domingo. Tras cuatro años de obras, ha costado cerca de 10.500 millones, que se amplían hasta los 15.235 con la habilitación de un aparcamiento de 3.000 plazas de cinco plantas y una conexión subterránea y los distintos equipamientos. Sin embargo, las obras de ampliación acometidas se elevan a los 32.000 millones, con la nueva plataforma de aeronaves y otras mejoras realizadas. De aspecto futurista, ofrece 36 mostradores de facturación y la novedad de los embarques directos o fingers, que totalizan seis, uno destinado a los aviones Jumbo.

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