"El trabajo artístico es como estar en unas continuas vacaciones"

Suele decir que desde el útero ya estaba modelando, esculpiendo, pintando. Siempre creando, siempre imaginando. De niño miraba al cielo y en las nubes veía batallas monumentales, historias sin fin. Hoy, con 62 años a cuestas y con un corazón trasplantado, trabaja 20 horas diarias haciendo lo que tanto le gusta: escultura. José Antonio Jiménez, Jimé, nació en Madrid. Pero en 1971 se fue rumbo a Venezuela y se enamoró profundamente de esa tierra suramericana. Allí se quedó durante 30 años y hace algún tiempo regresó a España y construyó su tercer estudio en Las Matas. Los otros dos están en Venezuela y Estados Unidos, y siguió sumergiéndose en el arte.Con una nueva energía y con unas ganas inmensas de vivir, ahora quiere sorprender al público presentando Expomund, una exposición itinerante que recorrerá 25 países y en la que exhibirá sólo una parte de las 2.800 esculturas que ha hecho a lo largo de su carrera.

Una de éstas, para él quizá la más especial, es Torso en clonación constante, una escultura de mercurio sólido-líquido, que, como él mismo ha escrito en su libro El diario de los orgasmos cósmicos, ha sido su obra más original, en la que ha tratado de rebasar los límites impuestos por la naturaleza logrando domar el escurridizo y brillante metal.

Pregunta. ¿Veinte horas diarias trabajando y con un transplante de corazón?

Respuesta. La vida me dio una segunda oportunidad y tengo que aprovechar el tiempo al máximo. Además, este trabajo es como estar en unas continuas vacaciones. Lo disfruto todo el tiempo.

P. ¿Cómo define a su escultura?

R. Mi escultura es astronómica y ecológica. Yo construyo todas las herramientas con las que trabajo, y eso hace que sea una obra muy personal

P. ¿Cómo es el proceso de creación de una escultura?

R. Yo creo que tengo un don, el de la visualización.

P. ¿En qué consiste?

R. Por medio de éste puedo ver e imaginar una escultura o un cuadro completamente acabado, con colores, con forma, tal como yo lo quiero. Una vez tengo la imagen, es mucho más sencillo empezar a esculpir o a pintar y hacerla tangible.

P. Tengo entendido que se inventó un nuevo método que revolucionará la pintura, ¿en qué consiste?

R. Se llama onirismo, o, mejor, neuronismo, porque puede actuar dentro del sueño. Es un pincel del siglo XXI que puede interpretar las ondas cerebrales, produciendo un efecto de pintura abstracta.

P. ¿Qué proyectos tiene en mente después de que termine Expomund?

R. Quiero continuar haciendo esculturas cada vez más complejas, y, si me queda tiempo, quiero construir mi propio museo.

Expomund. Exposición al aire libre entre Heron City y Company Stores (calle de José Echegaray).