Pamplona despeja los obstáculos para crear el Centro Navarro de Arte Contemporáneo El centro de arte integrará los fondos de una colección privada y dos públicas

Tres espacios

La colección artística privada de la familia navarra Huarte tiene un valor incalculable y la Ciudadela de Pamplona será desde ahora su sede de exhibición permanente. El Ayuntamiento de Pamplona ha despejado finalmente el último obstáculo que faltaba para la firma del acuerdo o protocolo de creación del Centro Navarro de Arte Contemporáneo (Cenac), que será una realidad en el año 2001.Esta iniciativa constituirá un "hito en la proyección cultural" de la capital navarra, en palabras del concejal delegado de Cultura, Vicente Etayo. El Centro Navarro de Arte Contemporáneo, que se constituirá como fundación de derecho privado regido por un patronato, no sólo albergará los fondos de la colección privada de María Josefa Huarte, sino que asumirá al mismo tiempo las más de 1.500 piezas (esculturas, pinturas, dibujos, tintas y aguadas) que actualmente pertenecen a los fondos del Museo de Navarra, sus 15.000 piezas gráficas (fotografías, clichés, negativos y diapositivas) y las 186 obras que componen la colección de arte contemporáneo del Ayuntamiento pamplonés.

Patronato

Sólo el listado de obras que cederá la Fundación Beaumont, creada en 1950, produce vértigo. La familia Huarte donará al Cenac decenas de pinturas y esculturas de, entre otros artistas, Chillida, Feito, Kandinsky, Millares, Oteiza, Picasso o Tàpies.

A ellos se suman piezas de Jaime Burguillos, Manolo Gómez Raba, Manuel Hernández Mompó, César Manrique, Mark Rothko, Gerardo Rueda, Rafael Ruiz Balerdi o Eusebio Sempere, entre otros autores.

El nacimiento del nuevo centro artístico ha sido posible por la confluencia de intereses de todas las partes. La intención de la familia Huarte de abrir a la sociedad su colección privada de arte contemporáneo recibió una acogida entusiasta por parte del Gobierno navarro y el Ayuntamiento de Pamplona, que enriquecerán el centro con la aportación de sus respectivos fondos artísticos del siglo XX.

Todas las partes alcanzaron el pasado mayo un preacuerdo para dar forma al Cenac. El 18 de septiembre, el Ejecutivo regionalista aprobó un convenio de financiación para el futuro museo y el Ayuntamiento de la capital se comprometió a ceder las instalaciones de un recinto privilegiado, la Ciudadela, para albergar los fondos. La Ciudadela está catalogada como bien de interés cultural y la delimitación de los espacios que se convertirán en museo no ha sido fácil.

De hecho, el convenio para la creación del Cenac sólo fue apoyado por los grupos municipales de UPN, PSN y CDN. El resto de la oposición no se opuso a la idea en sí, sino a la forma en que el equipo de gobierno tramitó la iniciativa, presentando al pleno un convenio cerrado, y a la negativa de los regionalistas a debatir propuestas que alteraban su planteamiento inicial.

Al final, el convenio se aprobó el 2 de noviembre y ello permitirá que el Horno, el Pabellón de Mixtos y el Polvorín, tres de los principales espacios expositivos con que cuenta Pamplona, pasen a ser la sede permanente del Cenac, mientras otro de los recintos culturales de la Ciudadela, la denominada Sala de Armas, quedará como recinto de exposiciones y actos culturales específicos.La designación de la Ciudadela como sede del Cenac obligará a la Administración a plantear un plan de accesibilidad y mejorar las infraestructuras del recinto, sito a escasos metros del futuro Auditorio y Palacio de Congresos de Navarra. Tanto el Cenac como la Fundación Oteiza, cuyas obras se concluyen en la localidad de Alzuza, serán independientes de la red de museos del Gobierno foral.

Entre los grupos más críticos con los términos en que fue aprobado el convenio para la creación del Cenac estuvo IU-EB, que se abstuvo.

IU presentó un grupo de propuestas, que fueron rechazadas, para dotar al museo de un carácter más participativo (creación de talleres, cursos y actividades formativas) y acercarlo a la realidad artística local (adquisición preferente de obras).La composición del Patronato que regirá el Cenac fue también motivo de discusión. Lo formarán finalmente seis representantes del Gobierno navarro, tres del Ayuntamiento y otros tres designados por la Fundación Beaumont. IU-EB propuso crear un patronato paritario entre Gobierno y Ayuntamiento y abrirlo después a cuantas fundaciones o entidades suscriban acuerdos para integrar en el museo sus fondos.

La cesión en sí de la Ciudadela también generó controversia ya que EH interpretó el convenio como la "privatización" de un espacio público para su conversión en un museo tradicional. El proyecto de creación de una Ciudad del Arte en la Ciudadela, con usos polivalentes, impulsado por EH, no fue tenido en cuenta. En el mismo sentido expuso Batzarre sus objeciones al recordar que el recinto constituye un lugar preferente de paso y ocio de los ciudadanos. Los grupos mayoritarios no aceptaron variante alguna sobre el esquema pactado previamente con la Fundación Beaumont.