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La gran mentira

Hace hoy 25 años, Chaim Herzog se puso de pie en el podio de la Asamblea General de la ONU y rompió en dos la resolución que ese órgano estaba a punto de aprobar: la infame resolución que afirmaba que "sionismo es racismo". El embajador Herzog predijo que aquella odiosa resolución marcaría un giro no para Israel, sino para la ONU.(...) Un siniestro hilo nos conecta con 1975, e incluso con la amenaza nazi que surgió ese mismo día en 1938 con la noche de los cristales rotos: la táctica de la "gran mentira". Fue el propagandista nazi Joseph Goebbels el que advirtió que las grandes mentiras pueden, paradójicamente, ser más fácilmente creídas que las pequeñas. El intento de la ONU de 1975 de deslegitimar el movimiento nacional del pueblo judío fue un claro ejemplo de la táctica de la gran mentira.

(...) El cinismo de aquella resolución sobre el sionismo palidece al lado del Arafat de hoy, que no se asusta al empujar a niños palestinos al fuego cruzado para morir frente a las cámaras de televisión. (...) El otro hilo que conecta el momento actual con la ONU en 1975 es el regreso del antisemitismo como un fenómeno global. Hoy, una ola de antisemitismo ha golpeado a la Diáspora con el éxito palestino al convertir un ataque armado contra Israel en un ataque de "tanques contra piedras" contra los palestinos.

La gran mentira que encara hoy Israel debe ser afrontada con la unidad interna que cualquier calumnia contra Israel y el pueblo judío debería generar. La mano que Israel extendió por la paz no encontró una mano en el otro lado, sino una ráfaga de balas.

Jerusalén, 10 de noviembre

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