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Los bosniocroatas pretenden crear una entidad propia dentro de Bosnia

Los resultados de las elecciones de Bosnia-Herzegovina del sábado todavía no se conocen, pero varios partidos ya se han proclamado vencedores. Todo esto ocurre en medio de la más absoluta indiferencia de la población y de los medios de comunicación locales. Las elecciones sólo parecen importar a los profesionales de la política en una Bosnia-Herzegovina que sobrevive pendiente del hilo de la caridad internacional.

Al mismo tiempo, los dirigentes del partido de los croatas de Bosnia-Herzegovina, la Comunidad Democrática Croata (HDZ), que fundó el difunto caudillo Franjo Tudjman, desafían con un referéndum más declaraciones provocadoras y subidas de tono. Se trata de un reto en toda regla a los representantes de la comunidad internacional. A lo largo de casi un cuarto de siglo, el enviado de EL PAÍS ha seguido elecciones en unos 30 países y puede asegurar que ningunas han sido tan frías y tratadas con mayor indiferencia por el público y los medios que las del sábado en Bosnia-Herzegovina. En la noche electoral en Sarajevo, en la sede del Partido Socialdemócrata (SDP), que se presentaba como favorito en las encuestas, apenas se encontraba una docena de periodistas y cámaras de televisión, que trataban de matar el tiempo presa del mayor de los aburrimientos. Lo mismo acontecía en la central del partido de Gobierno, el Partido de Acción Democrática (SDA), fundado por Alia Izetbegovic. Se reunían allí los dirigentes de Bosnia-Herzegovina. Se encontraban entre ellos figuras acusadas de haber desviado fondos por montantes de decenas de millones de dólares que circulan por las calles de Sarajevo con total impunidad. Un puñado de periodistas pululaba por allí con aire de infinito hastío. La verdad es que poco tenían que trabajar.

De informar sobre el desenlace electoral se encarga la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), que también se ocupó de organizar y supervisar la votación. El jefe de la OSCE en Bosnia-Herzegovina, el diplomático de Estados Unidos Robert Barry, se permitió un rasgo de humor y dijo que confía en no tener los mismos problemas que sus compatriotas. Barry incluso prometió que se conocerán antes los resultados en este protectorado de la comunidad internacional que responde al nombre de Bosnia-Herzegovina que en Estados Unidos. Entre bastidores, políticos de renombre se burlaban estos días en Sarajevo y comentaban: "Será cuestión de enviar a los observadores de la OSCE a Florida".

Los que no están para bromas son los croatas de Bosnia-Herzegovina. La perversión más palpable de este país la expresó uno de sus tres presidentes, el croata Ante Jelavic. En el mitin final de campaña en Mostar, el jueves pasado, Jelavic dijo: "La Federación es una cárcel para los croatas". El partido dominante de los croatas, la HDZ, y otros ocho convocaron un referéndum ilegal con una pregunta confusa para aprobar una declaración. El sentido final del texto que votaban es un mandato oculto para formar una tercera entidad croata en Bosnia-Herzegovina, al lado de la República Serbia y de los musulmanes bosnios, con los que forman la actual Federación croatomusulmana.

El referéndum era ilegal y contrario a los acuerdos de Dayton, que trazaron las líneas del país y pusieron fin a la guerra en noviembre de 1995. Las autoridades de la comunidad internacional, el alto comisario Wolfgang Petritsch, la OSCE y la fuerza internacional de estabilización (SFOR) hicieron la vista gorda. En la sede del HDZ, en Mostar, dijo Jelavic: "Con esta victoria de un 70% de votos, para el HDZ y para la nación croata en Bosnia y Herzegovina está terminada la misión del alto representante Wolfgang Petritsch, la del jefe de la OSCE, Robert Barry, y la del representante de la ONU en Bosnia y Herzegovina, Jacques Klein.

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