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Un partido antinacionalista y multiétnico, favorito en las elecciones generales de Bosnia

Los sondeos pronostican que el Partido Socialdemócrata (SDP), multiétnico y antinacionalista, saldrá como la fuerza política más votada tras las elecciones generales de hoy en Bosnia-Herzegovina, las terceras desde la firma en noviembre de 1995 de los acuerdos de Dayton, que dividieron el país en dos entidades: la Federación croatomusulmana y la República Serbia de Bosnia. Unos 2,5 millones de bosnios están convocados hoy para elegir al Parlamento federal, a los de las dos entidades y al presidente y vicepresidente de la República Serbia de Bosnia-Herzegovina.

En un sondeo realizado seis días antes de las elecciones por el Instituto Nacional Democrático de EE UU, el 50% de los encuestados declaró que no votará al mismo partido que en anteriores elecciones. Según la encuesta, los grandes vencedores en la Federacion serán los candidatos del SDP, un partido socialdemócrata, miembro de la Internacional Socialista, heredero de la antigua Liga Comunista del dictador yugoslavo Josip Broz Tito. El SDP derrotará al Partido de Acción Democrática (SDA), del dimitido líder bosnio musulmán Alia Izetbegovic, quien dejó la presidencia de Bosnia-Herzegovina hace unas semanas y casi se ha retirado de la política. Hasta ahora el SDA representaba a los musulmanes bosnios, que esta vez parecen inclinarse por la oferta del SDP, que pone su acento en los problemas concretos de la vida económica y deja en segundo plano los nacionalismos.Los del SDA parecen haberle visto las orejas al lobo. En el último tramo de la campaña electoral han sacado a relucir carteles con la imagen de Izetbegovic, que advierte: "Nosotros somos mejores que los otros". Recurre el SDA a argumentos de la peor calaña nacionalista e incluso religiosa. Afirman los del SDA que los del SPD van a cerrar las mezquitas, si llegan al poder, y celebrarán las fiestas nacionales con asados de carne de cerdo. Ni por ésas parece que se vayan a salvar los de Izetbegovic. Los musulmanes bosnios parecen decididos a buscar nuevas alternativas políticas, y eso lo ofrece el SDP.

Bosnia-Herzegovina vive, cinco años después del final de la guerra, una situación económica penosa, pendiente de los donativos internacionales y sumida en la corrupción. Con un 50% de paro, el 60% de la población se mueve por debajo de los niveles de pobreza. La renta por habitante anual se estima en 1.720 dólares (algo menos de 35.000 pesetas). Se estima que 1,2 millones de ciudadanos de Bosnia-Herzegovina, un tercio de la población, se encuentra desplazado de sus hogares.

Los croatas se aferran al recurso al nacionalismo y al voto del miedo. El presidente de la Comunidad Democrática Croata (HDZ), Ante Jelavic, que es uno de los tres presidentes de Bosnia-Herzegovina, cerró su campaña electoral en Mostar con la afirmación de que la Federacion croatomusulmana es "una cárcel para la nación croata".

En la República Serbia de Bosnia-Herzegovina, el Partido Democrático Serbio (SDS), fundado por el psiquiatra buscado como criminal de guerra Radovan Karadzic, trató de capitalizar el descontento contra el primer ministro, Milorad Dodik, a quien se acusa de mal gobierno y de corrupción.

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