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El Gobierno alemán pide a la justicia que prohíba el partido ultraderechista

Pilar Bonet

En vísperas de la manifestación contra la extrema derecha que se celebra hoy en Berlín, el Gobierno federal alemán decidió solicitar al Tribunal Constitucional de Karlsruhe que prohíba la formación ultraderechista NPD (Partido Nacional Democrático) y presentó un informe con el que trata de disipar las dudas sobre la solidez de los argumentos legales para poner al NPD fuera de la ley.

Fracaso

El informe, confeccionado por el Ministerio del Interior, acusa a lo largo de 74 páginas al NPD de luchar contra el orden democrático establecido en Alemania y de practicar una política antisemita y xenófoba y sustenta sus afirmaciones en citas de diversas publicaciones y dirigentes de este partido fundado en 1964. Pese a tener escaso éxito en las urnas, el NPD constituye un peligro para el orden legal establecido porque trata de aprovechar las "subculturas juveniles" con el fin de crear una "resistencia nacional en la calle", señala el documento del Ministerio del Interior, que constata el incremento de la militancia en el NPD en los últimos meses. El informe afirma también que el partido tiene responsabilidad en la creación de un clima abonado para los ataques de los ultraderechistas a extranjeros y minorías, proporciona cobertura a los neonazis que actúan por libre y reconoce con creciente franqueza los fines del nacional socialismo histórico.

Aunque el Gobierno ha cerrado filas y está dispuesto a seguir adelante con su solicitud, en la clase política alemana y especialmente en la oposición liberal y demócrata cristiana existen serias dudas sobre el peso que los argumentos del Ministerio del Interior tendrán ante el tribunal de Karlsruhe, que es muy estricto y que ha prohibido partidos legales sólo en dos ocasiones en los años cincuenta.

"Su carácter anticonstitucional está fuera de duda", manifestó ayer el ministro del Interior, Otto Schily, refiriéndose al NPD. El Gobierno quiere presentar su solicitud antes de fines de diciembre para que el Tribunal Constitucional decida previsiblemente en el plazo de un año.

Para dar más peso a la acción, el Gobierno quiere que el Parlamento (Bundestag) y el Bundesrat, la cámara de los länder o Estados federados le secunden y utilicen la posibilidad que les otorga la ley a las Cámaras (al igual que al Gobierno) para presentar solicitudes en el Tribunal Constitucional.

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Se espera que ambas Cámaras decidan sus respectivas posiciones esta semana, pero cinco de los 16 länder representados en el Bundesrat tienen objeciones. Se trata de los Gobiernos de Hesse y el Sarre, dominados por la CDU (Unión Cristiano Demócrata), que tienen intención de votar en contra, ya que alegan que un fracaso de la demanda de prohibición conseguiría un efecto contrario al deseado. Hacia la abstención parecen inclinarse los länder de Baden-Württemberg y Rheinland-Pfalz, donde la CDU gobierna con los liberales, e igualmente Berlín, donde hay una gran coalición entre la CDU y los socialdemócratas del SPD.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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