No todos cambian de sitio

La elección del próximo día 19 para el cambio de terminal no es casual. El domingo es la jornada que menos operaciones registra el aeródromo durante la semana, según explica Iñaki Pérez. En los próximos días, se difundirá una importante campaña de información para que la ciudadanía conozca el cambio. "Habrá personal en la actual terminal para informar a la gente despistada que se acerque allí a partir del día 19 e incluso vamos a poner un sistema de autobuses para trasladarles a la nueva", afirma Pérez.Los accesos al aeropuerto cambian totalmente. Desde hace cinco años la Diputación vizcaína tiene concluida una autovía de dos carriles en cada dirección a través del corredor del Txorierri, que requirió una inversión de 2.025 millones. Los cálculos de las autoridades cifran en 13 minutos el tiempo que se necesitará en acceder desde Bilbao, una vez que entren en funcionamiento el próximo año los túneles de Artxanda. La inminente mudanza no afectará a todos los empleados del aeropuerto. Una treintena de personas, del departamento de Administración, seguirá en el actual edificio.

El proyecto de Calatrava, elegante y funcional para el público y usuarios, no había pensado en todas las necesidades internas de AENA. Tampoco cambiarán los técnicos de la nueva torre de control, que se inauguró el pasado año y se sitúa justo enfrente del edificio de Calatrava. En las instalaciones de Sondika se mantendrá la terminal de carga y el resto de la superficie servirá como hangar de mantenimiento de los aviones, que se podría complementar con un museo o parque temático dedicado a la aviación.

Tras cuatro años de obras y 10.400 millones de inversión, apenas quedan 12 días para la gran transformación aeropuertaria de Bilbao, que pretende acoger a 4 millones de pasajeros al año.