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La carpa

ROSA SOLBESMercedes Jabardo es la mejor elección que ha podido hacer la alcaldesa de Valencia para abordar el difícil problema de la prostitución en El Grau, aunque supongo que se debería contar también con las ONG que vienen trabajando en ese ámbito con dedicación y solvencia. Aquí todo el mundo esgrime sus razones, pero la airada y violenta respuesta de algunos manifestantes ha tenido toda la pinta de intento de lapidación. Describen los reportajes lo difícil que es atraer a la carpa de atención integral a unas cuantas muchachas, que además parecen más interesadas en conseguir el derecho a médico que en una hipotética redención.

Hay mil modalidades de prostitución, pero la que ahora preocupa a los vecinos es la que se tropiezan al salir del súper, la más callejera y marginal.Y cada prostituta tiene su historia dentro de la oleada de inmigración ilegal procedente de Africa y del Este durante los últimos años, que ofrece más que indicios sobre la intervención de las mafias.

¿Se puede, entonces, concluir que este oficio es la libre decisión de unas mujeres a miles de kilómetros de sus casas, sin pasaporte, sin dinero, y desconociendo el idioma? Las que surgen de la chabolas, o las toxicómanas, ¿son libres para dejarlo? He aquí las preguntas clave que no se hacen quienes compran unos servicios; hombres que no consideran el problema como propio, a condición de que las esquineras no sean sus hijas ni infesten su barrio

La ley española castiga al proxeneta, y la sueca al cliente (hasta con 6 meses de prisión), considerándole cómplice de una actividad que atenta contra los derechos humanos. Se define así la prostitución como un ataque a la mujer y a la igualdad sexual, y sin embargo qué lejos queda la utopía feminista de que ninguna tenga que venderse, ni siquiera a su propio marido.

Por ahora nos tendremos que conformar con que no se nos imponga el negocio como estampa urbana normal. Y desear que Mercedes Jabardo pueda ayudar, como ella dice, al menos a alguna de las chicas. No será mucho... pero menos da una pedrada.

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