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Entrevista:LLUÍS M. COROMINAS - SECRETARIO DE ORGANIZACIÓN DE CDC

"No hacemos un congreso para contentar a todas las familias de CDC"

Lluís Maria Corominas (Castellar del Vallès, 1963) entró como secretario de organización de Convergència Democràtica de la mano de Pere Esteve. Pero su talante conciliador y su conocimiento de la estructura municipal del partido le han granjeado la confianza del nuevo secretario general, Artur Mas. El domingo será reelegido en el cargo.Pregunta. ¿A qué se debe su continuidad como secretario de organización?

Respuesta. Cuando accedí al cargo en enero no lo hice con el ánimo de permanecer sólo nueve meses, sino que en mis conversaciones con Jordi Pujol, Pere Esteve y Artur Mas quedó claro que era un compromiso de futuro, es decir, de cuatro años.

P. O sea, que no ha sido un cambio de fidelidades.

R. En absoluto. Mi única fidelidad es hacia CDC. Con las tres personas que he nombrado antes tengo una confianza mutua a prueba de bomba.

P. ¿No cree que tanto ustedes como Unió han desaprovechado una oportunidad de oro para aprobar el nuevo marco de relaciones en estos congresos?

R. Sí, seguramente porque es el marco idóneo, pero tampoco hay que dramatizarlo. Pero habría sido contraproducente que hubiésemos forzado una solución cuando todavía no se han sentado las bases para que este acuerdo sea para siempre.

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P. ¿Y qué falta entonces?

R. Pues encontrar una solución de continuidad mucho más sólida que la actual. Una confianza mutua para que la nueva fórmula sea irreversible y que el debate y la riqueza de las relaciones que hemos mantenido hasta ahora se prolongue en el futuro.

P. ¿Todas las posibilidades están abiertas?

R. En política no puede descartarse ninguna posibilidad. Pero por muchas divergencias o desavenencias que hayamos tenido en estos últimos meses, ninguno de los dos partidos se ha manifestado por la ruptura.

P. Pues la fusión parece la relación más sólida.

R. Evidentemente, pero para que dos se fusionen ambos han de estar de acuerdo. La palabra que defina la nueva fórmula no es lo fundamental, sino el resultado, y sobre todo que lo entienda nuestro electorado. Pero eso sí, tiene que ser un acuerdo irreversible a largo plazo, al menos 10 años más. Desde Convergència y desde Unió siempre hemos tenido claro ir juntos.

P. Igual porque siempre han tenido un líder claro.

R. Evidentemente, porque había un liderazgo incuestionado. Esto ha facilitado las cosas, pero tampoco es el elemento clave.

P. Si la nueva fórmula no se decidirá en los congresos, ¿quién la decidirá, cómo y cuándo?

R. Primero hay que pactarla entre las direcciones y después tiene que ser ratificada por las bases en un proceso congresual. Los estatutos así lo estipulan. ¿Cuándo? Mi deseo es que sea cuanto antes. Mucho antes de las primeras elecciones a las que nos enfrentemos. Porque está demostrado que los desacuerdos electorales nos desgastan y el electorado nos ha penalizado.

P. ¿Qué día las ejecutivas de CDC dejarán de ser una reunión de amigos para convertirse en verdaderas ejecutivas, haciendo gala a su nombre?

R. Han dejado de serlo en estos cuatro años. Ha habido un debate permanente, mucha discusión interna, y se han puesto sobre la mesa las diferencias de criterio en cuestiones de gobierno y de partido. Y se han expuesto de forma abierta, hasta el punto de que han sido difundidas en la prensa.

P. ¿Todas las familias existentes en Convergència se sentirán plenamente identificadas con las resoluciones del congreso?

R. Mire, el debate existente y las resoluciones que salgan no son para que todo el mundo quede contento. No hacemos un congreso para esto, sino para marcar la línea estratégica, ideológica, programática y organizativa del congreso para los próximos cuatro años. Habrá parte de las resoluciones que no gusten a alguien, pero para eso están las votaciones.

P. Y si a alguien no le gustan las conclusiones ideológicas, ¿qué tiene que hacer?

R. El partido se llama Convergència porque es una suma de pensamientos diversos. En cualquier caso existe una base común muy firme: somos un partido nacionalista catalán y esta definición es la que nos une.

P. ¿Se siente más nacionalista desde que algún dirigente político apuesta por arrinconar este término?

R. La ventaja de los convergentes es que nunca nos hemos movido de nuestros planteamientos, los hemos mantenido desde el principio y así lo haremos en el futuro. Y que nadie se espante. Pero si alguien quiere moverse, que lo diga, que lo argumente y lo razone.

Consuelo Bautista

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