Todos debemos cuidar el Parque Amate

Varias veces me he dirigido a esta sección para que me publicaran comentarios y sugerencias sobre el estado en que se encuentra el parque Amate, cosa que ustedes siempre han hecho, por lo que les estoy agradecido. Pues bien, el caso es que el parque Amate sigue adoleciendo casi de las mismas faltas que en ocasiones anteriores denuncié.Entre otras sobresale la falta de vigilancia, tanto en el cuidado de lo que es propio del parque: árboles, caminos, etcétera, como del uso que algunos le dan. Es notorio el gran número de paseantes que acuden con sus perros, y que una vez en el interior del parque los dejan sueltos para que corran libres y, además de abalanzarse sobre los corredores con regocijo de sus dueños, hacen sus necesidades en el césped, cual gran retrete de canes.

Evidentemente, los hay de todo tipo, entre ellos de los que asustan, y todos sin excepción van libres, sin ataduras. ¿Será el parque Amate para los perros y no me he enterado?

También lo debe ser, además de parque para perros, lugar de encuentro para motociclistas, pues son numerosísimos los que circulan por dentro de él, con plena libertad y sin cortapisas. Si les place atravesar con sus motocicletas por el césped, pues lo hacen, y si no, por delante del escenario en donde se desarrolló el programa de flamenco "La Bienal va por barrios", en el pasado mes de agosto.

No es por cargar las tintas, no estoy exagerando: cualquier ciudadano puede dar fe de lo que escribo. Yo sé que es un parque grande, que está ubicado en una zona periférica, junto a algunos barrios con problemas de marginalidad, es decir, con problemas de droga, paro, incultura. Y, a esos jóvenes, les trae sin cuidado los pruritos o pejigueras de los ciudadanos que pensamos que un parque es un lugar de encuentro ciudadano con la naturaleza, la relajación, el paseo, la paz y el disfrute por una conversación y un paseo tranquilo, armónico, sin ruidos de las calles y avenidas que lo circundan, sin suciedad, ni peligro provocado por perros sueltos que te puedan atacar y que van defecando donde quieren y con motocicletas circulando por él.

También al parque le hace falta la reposición de albero en los senderos, además, que se saneen los árboles, que se retranqueén los caminos y paseos, que se reponga el césped donde se ha secado o ha desaparecido por el pisoteo. Es decir, lo que es propio del mantenimiento del parque.

Además, le hace falta que los ciudadanos que vivimos alrededor del parque lo hagamos nuestro, que lo cuidemos, que lo mimemos, que nos involucremos más en él, porque quizá así los que lo maltratan se sientan fuera de lugar.

Pero también hace mucha falta que la Administración municipal, la Concejalía de Parques y Jardines, se involucre en un plan de intervención urgente para el parque, y que la Concejalía de Seguridad Ciudadana haga valer los derechos de los ciudadanos a un parque para todos, poniendo coto a los motoristas, pandilleros, etcétera, que están convirtiendo el parque, sobre todo algunas partes de él, en un lugar sucio y ruidoso.- José Santana Valls. Sevilla.