ROBO DE DISEÑO

Espionaje industrial o un burdo intento por desestabilizar a una de las empresas punteras del sector textil. La firma Roberto Verino sufrió el robo de los patrones y diseños de sus últimas colecciones, grabadas en disquetes de ordenador y guardadas en una caja de seguridad con poco celo. La caja, que cumplía más la función de cofre ignífugo para preservar el material de un posible incendio, solía quedarse sin cerrar o con la llave puesta. Aunque el valor del material sustraído, entre el que se encuentra la colección que el diseñador ourensano presentó con éxito en las pasarelas para la temporada primavera-verano, es difícilmente cuantificable, Manuel Mariño, el creador que esconde la marca Roberto Verino, está especialmente dolido por lo que supone de "pérdida de confianza en personas de mi entorno que no se merecen sufrir una situación así". A juicio del diseñador, todo se resume en que "o hay alguien con ganas de hacernos daño o con ganas de aprovecharse de unas ideas y del trabajo de todo un equipo que demuestra que es capaz de ilusionar". Aunque prefiere no desvelar hacia dónde camina la investigación que realiza la Guardia Civil -el robo ocurrió el pasado 23 de octubre y no se ha dado a conocer hasta ahora para no enturbiar las investigaciones-, sí tiene claro que sería del género bobo que el autor del robo pretendiera lucrarse con los diseños, "porque se descubriría a sí mismo".-