Rabanera defiende las relaciones directas entre Álava y Navarra
"No habrá lehendakari ni vicelehendakari que me impidan mejorar las relaciones con otras comunidades". Con esta rotunda frase respondió ayer el diputado general de Álava, Ramón Rabanera, a una pregunta sobre su visita al presidente navarro, Miguel Sanz, el pasado 11 de octubre, que le fue planteada ayer por su propio socio de gobierno, el partido foralista Unidad Alavesa.La entrevista entre Rabanera y Sanz levantó alguna polémica, porque molestó en el Gobierno vasco, que consideró que el diputado general realizaba con esa visita una "operación de imagen" bajo la que se estaría tratando de camuflar la inexistencia de relaciones entre las administraciones vasca y navarra, rotas en enero de este año por el presidente de esta última comunidad.
Rabanera negó ayer en las Juntas alavesas que su visita constituyera, tal y como dijo la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, una falta de respeto al Estatuto e ironizó sobre el malestar que le causa al Gobierno "que yo vaya a Navarra, cuando han estado tanto tiempo en Estella y creo que aún siguen ahí". El diputado general alavés atribuyó las protestas de la vicelehendakari a "la situación de desesperanza" del Ejecutivo autonómico, que le llevaría a "no entender las cosas", olvidando que "dentro del Estatuto está la Ley de Territorios Históricos" y que ésta, en su artículo 7, define las materias que son de competencia exclusiva de los territorios forales.
Así, en su entrevista con Sanz, Rabanera abordó cuestiones relativas a carreteras, en concreto precisamente la A-132 que une Vitoria con Estella, fiscalidad y cultivo de viñedos. También hablaron de cuestiones políticas, admitió.
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