Cuatro de los cinco ocupantes de un coche arrollado por un camión en la N-IV mueren calcinados
El accidente de tráfico más trágico del año en Madrid deja cuatro familias rotas, las de cuatro trabajadores de la empresa Ingersoll-Dresser Pumps de Coslada que fallecieron calcinados a las 6.30 de ayer en una colisión múltiple ocurrida en el kilómetro 10,5 de la carretera de Andalucía (N-IV). El vehículo en el que viajaban sufrió el impacto de un camión por detrás cuando estaban retenidos en un atasco. El tanque de gasolina explosionó y los cuatro fallecidos quedaron atrapados entre las llamas dentro del vehículo. Un quinto ocupante, que quedó grave, salió por la ventanilla.
"Saltó por la ventanilla"
El director general de Tráfico, Carlos Muñoz Repiso, declaró ayer a Efe que "el exceso de velocidad, la distracción del conductor del camión y el suelo mojado" pudieron causar el mortal accidente.Alejandro Ayuga López, de 57 años; Nicasio Durán Sánchez, de 53; Juan Calle Cruz, de 45, Ramón Ortega Lázaro, de 36, y Francisco Jiménez González, de 45, circulaban en un Opel Kadett, con matrícula M-9409-HJ, a las 6.30 de ayer por la carretera de Andalucía con destino al polígono industrial de Coslada. Allí está la fábrica de Ingersoll-Dresser Pumps, donde trabajaban en la producción de bombas hidráulicas.
Ayuga López iba al volante. El coche era de su propiedad. Lo compró hace 14 años. Esta semana le tocaba hacer de conductor de sus compañeros de trabajo para ir a la fábrica. Se turnaban cada semana y cada uno ponía su coche para llevar al resto de sus compañeros. Salieron de Getafe hacia las seis de la mañana. Circulaban por el carril izquierdo cuando les retuvo un atasco. Ayuga López frenó hasta detener el vehículo. Aún era de noche y la calzada estaba mojada.
El camión que circulaba detrás de ellos, un Pegaso modelo Tecno y matrícula CU-8572-D, no frenó a tiempo. Les embistió por detrás y provocó un accidente en cadena, en el que se vieron implicados otros tres vehículos, dos coches y otro camión. El Opel Kadett, donde viajaban los cuatro fallecidos y Francisco Jiménez, que resultó herido grave, chocó contra otro coche, un Renault 21. Éste golpeó contra un Opel Astra que, a su vez, salió despedido hacia el carril derecho de la calzada, colisionando contra otro camión.
El Pegaso arrastró al Opel Kadett y a un Renault 21 unos cien metros. El depósito de gasolina del Opel reventó y causó una explosión que incendió los dos vehículos. Los cuatro ocupantes del Opel que quedaron atrapados en el interior, entre las llamas, "gritaban y pedían auxilio", según declaró a Efe el conductor de otro de los vehículos implicados en el accidente. Este testigo afirmó que el camión circulaba a "velocidad excesiva" y que no pudo rescatar a los fallecidos porque se hubiera quemado.
El quinto ocupante del Opel, Francisco Jiménez González, de 45 años, que viajaba en el asiento del copiloto, logró salvarse. "Saltó por la ventanilla del coche", según explicó el testigo. Sufrió quemaduras graves en las manos, en el cuello y en el lado derecho del hombro. Fue trasladado por una ambulancia del Samur (092) al hospital Doce de Octubre, donde ingresó en estado grave, con ventilación mecánica, enla unidad de quemados.El ocupante del otro vehículo incendiado sólo sufrió una herida en la nariz. Fue atendido por el Samur y dado de alta en el mismo lugar del suceso. En el accidente colisionó otro coche, un Opel Astra, contra un camión de reparto de cervezas. Los conductores de ambos vehículos sufrieron heridas leves en el accidente y fueron trasladados al hospital Doce de Octubre.
Los cadáveres de los cuatro trabajadores fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense por orden del juez de guardia. "Están irreconocibles", según fuentes del Anatómico. "Se les practicará la prueba del ADN para confirmar su identidad", según explicó un portavoz de la empresa donde trabajaban.
R. G. B., el conductor del camión Pegaso que ocasionó el accidente múltiple, prestó declaración ante los agentes de la Guardia Civil de Tráfico en el lugar del accidente y quedó en libertad sin cargos, según explicó ayer un portavoz de Tráfico.
La fábrica donde estaban empleados los fallecidos, que tiene una plantilla de 180 trabajadores, suspendió su actividad ayer a mediodía en señal de luto, informa A. G. de Sola.
Tres de los fallecidos, Calle, Durán y Ayuga, viven en Getafe. El cuarto, Ortega, en Fuenlabrada. Todos estaban casados, con hijos. El accidente ocasionó retenciones de hasta 20 kilómetros en la entrada a Madrid por la carretera de Andalucía.
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