Paz imperfecta
Una y otra vez el proceso de paz en Irlanda del Norte parece acercarse al fracaso. Los atentados sectarios, las acciones terroristas de disidentes del IRA, la resistencia de los republicanos a entregar las armas y la debilidad entre los protestantes de David Trimble impiden consolidar la paz. Sin embargo, las instituciones autonómicas y transfronterizas van funcionando y, por parte de los principales grupos armados, el alto el fuego se mantiene. Como ha señalado el ministro británico para el Ulster, Peter Mandelson, "puede que esos logros no sean perfectos, pero el precio de la perfección para una de las partes sería forzar a la otra a abandonar". La paz se está forjando sobre un precario equilibrio.Las reticencias de los protestantes partidarios de la unión con el Reino Unido están debilitando a Trimble, que se ha visto obligado por los suyos a un gesto nada constructivo: rechazar la participación de ministros del Sinn Fein, la rama política del IRA, en reuniones Norte-Sur, aunque éstas se han celebrado de modo informal sin los protestantes. Trimble exige que el IRA colabore antes con la Comisión Internacional de Desarme en la desactivación de su arsenal, mientras que aquél sólo quiere mostrar algunas de sus armas a los dos mediadores internacionales. A medida que pasa el tiempo, parece más claro que la intención del IRA es no entregar unas armas que los suyos verían como una rendición. El peligro es que la guerrilla católica se vea superada por grupos armados escindidos.
El proceso de paz sobrevivirá solamente en la medida en que todas las partes muestren flexibilidad y realismo en su enfoque. De hecho, mucho se ha avanzado, y no sólo en Irlanda del Norte; por ejemplo, con la incorporación a la legislación británica del Convenio Europeo de Derechos Humanos, aunque sea con casi 50 años de retraso. El progreso en el Ulster es notable y la paz es posible, aunque siempre será imperfecta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.