Un millar de barceloneses apoyan a los inmigrantes de la plaza de Catalunya La policía frustra una acción antimilitarista en el castillo de Montjuïc

Un millar de personas se manifestaron ayer a mediodía por el centro de Barcelona para pedir a las administraciones que busquen soluciones para los inmigrantes subsaharianos y búlgaros que viven en la plaza de Catalunya y en el parque de L'Espanya Industrial. Al mismo tiempo, la policía impedía que un grupo de pacifistas ocupara el castillo de Montjuïc para reivindicar la transformación del Museo Militar en un espacio civil.

Protesta pacifista

La manifestación de protesta por la dramática situación que viven los inmigrantes de la plaza de Catalunya y del parque de L'Espanya Industrial comenzó en la mencionada plaza y acabó ante la Delegación del Gobierno. Antes pasó por la plaza de Sant Jaume, para reclamar así al Ayuntamiento, la Generalitat y el Gobierno central que busquen una solución consensuada para los inmigrantes que tienen que dormir a la intemperie por falta de vivienda.La protesta fue convocada por la plataforma Papeles para Todos, en la que participan 30 entidades y asociaciones. Los manifestantes exhibieron durante la protesta varias pancartas en las que se podían leer consignas a favor de la regularización de todos los inmigrantes. "Vivienda, papeles y trabajo" y "no queremos vivir en la calle, somos hombres, no mendigos" fueron los mensajes más repetidos a lo largo de la marcha.

Los organizadores de la manifestación criticaron duramente la política de inmigración del Gobierno central, pero también a la Generalitat por su falta de apoyo a los inmigrantes sin techo. El Ayuntamiento tampoco se libró de las iras de los manifestantes, principalmente por la actuación de la Guardia Urbana. Los agentes de este cuerpo, según los inmigrantes, les molestan constantemente "porque no está bien visto que en una ciudad turística haya gente durmiendo en la calle".

Casi a la misma hora, unas cincuenta personas realizaron una protesta frustrada en el castillo de Montjuïc. Una filtración a la policía impidió que un grupo de 50 antimilitaristas ocupara el Museo Militar de Barcelona para exigir la "reconversión inmediata" de los espacios militares de la ciudad en lugares de uso civil. Miembros de la Asamblea Antimilitarista de Cataluña habían convocado a los medios de comunicación en la plaza de Espanya para no levantar sospechas acerca de la protesta que se disponían a realizar. Pero en el castillo de Montjuïc tres furgones policiales y varios efectivos de la Guardia Urbana estaban esperando a los impulsores de la protesta para impedirles la entrada. Los antimilitaristas pretendían introducirse en el museo, encadenar sus puertas y, posteriormente, exponer pancartas de protesta. La policía impidió la entrada en el castillo asegurando que sus dependencias estaban cerradas por una amenaza de bomba. Ante la imposibilidad de acceder al museo, los manifestantes colocaron ante la entrada principal una pancarta de 20 metros con el mensaje "Museo Militar: aberración cultural".