_
_
_
_
Reportaje:

La Bolsa baja del pedestal

Portales por doquier

El barcelonés A. R., administrativo de 55 años que prefiere guardar anonimato cuando se trata de hablar de lo que hace con su dinero, no cree que comprar acciones de Terra sea un buen negocio. Pero, pasadas las doce del mediodía, merodea junto a la puerta de una de las salas del Palacio de Congresos de Cataluña, dispuesto a escuchar al jefe de relaciones con el inversor de dicho portal, José Carlos Durán.El administrativo en cuestión, que asegura llevar 10 años dándole a la compraventa de acciones, es, seguramente sin saberlo, un exponente de la popularización de la Bolsa en España, un fenómeno patente sólo con echar una ojeada al salón de la Bolsa Borsalia 2000, organizado en Barcelona durante tres días por la revista especializada Inversión.

Comisiones a la baja

El número de españoles que tienen inversiones en Bolsa supera los cinco millones, según el director del salón, Rafael Rubio. Pero si esta cantidad eleva a un antaño impensable 30% el total de las familias con ahorros pendientes del mercado, la proporción palidece al compararse con lo que ocurre al otro lado del Atlántico. "Se ha roto con el esquema de que la inversión en Bolsa es algo elitista; pero aunque nos acercamos al modelo americano, no estamos en Estados Unidos. Todavía hay mucho dinero en cartillas y renta fija. En España las amas de casa no tienen su cartera de valores", precisa Antonio Bonet, representante financiero de la sociedad de valores Gaesco.

Uno de los fenómenos que dan una idea aproximada de cómo ha ido engordando la cultura financiera en España es la proliferación de webs destinadas al ahorrador y al inversor, ya sean puramente informativas, ya sean interactivas al permitir las consultas, ya actúen directamente como un broker on line.Actualmente, los organizadores del salón Borsalia contabilizan 96 webs, incluyendo las generalistas con dimensión financiera, las propias de las entidades financieras, las informativas y las de diversos medios de comunicación. Pero de esta cantidad, sólo 25 son brokers. Hace un año, no había más que un portal de este corte.

Otro termómetro del fenómeno es el grado en el que se ha disparado el número de páginas vistas en estas webs. A título de ejemplo, en Bolsamanía.com, que no se dedica a la intermediación, ha pasado en 10 meses de 20.000 a 280.000 el número de páginas vistas cada día. La mayoría de los portales aseguran tener similares crecimientos en su registro de visitantes.

Según Julio Bueso, presidente de Bolsamanía, el perfil dominante entre los internautas que se asoman a las webs financieras es el de un hombre de 38 años, de clase media o media-alta, con estudios superiores y cierta inquietud sobre dónde colocar los ahorros. En este sentido, la popularización de la Bolsa, "si bien se ve empujada por la revolución de Internet", precisa Bueso, no progresa al mismo ritmo que la cultura financiera a través de la red.

Internet es sólo el último ingrediente de un cóctel en el que han confluido los años de bonanza económica de la segunda mitad de los noventa y la migración de ahorros hacia la renta variable por la bajada de tipos que supuso la convergencia europea para el lanzamiento del euro.

Las sociedades de valores y los portales financieros no se ponen de acuerdo sobre cuánta gente acaba realmente ejecutando la orden de comprar o vender por Internet. En opinión de Manuel Moreno, subdirector de Inversión, esta cifra está inflada y no supera las 100.000 personas. Según un estudio interno elaborado por Deutsche Bank, la cifra de españoles que invierten directamente en Bolsa -sin contar los que tienen participaciones en algún fondo de inversión- se eleva a un millón, y el de quienes al menos alguna vez recurren a Internet para realizar sus transacciones está en torno a los 200.000.

"La mayor parte de los inversores particulares que curiosean por el salón coinciden en sus consultas: o bien temen por la seguridad de la red o bien preguntan sobre las comisiones que deberán pagar si realizan las transacciones por Internet", explica Mari Carmen Trallero, del área comercial del Deutsche Bank y ahora embarcada en su página on line. Las respuestas sobre el cifrado de datos, que en principio debe disipar la desconfianza en la red, dibujan menos muecas en las caras de los curiosos que las respuestas sobre las comisiones. "El coste para el inversor puede reducirse a la mitad", dice al respecto Silvia Viladot, asesora financiera de GVC.Entre asistentes interesados en conferencias y curiosos que vagan por el recinto, los organizadores confían en que hoy sábado Borsalia cerrará sus puertas con al menos 25.000 visitantes. Es la primera vez que Inversión organiza un salón de la Bolsa en Barcelona, tras el que tuvo lugar en Madrid hace unos meses. Visto el éxito de aquella primera experiencia, en esta ocasión la superficie para expositores dobla la disponible en la capital española. Un joven de 30 años que dice estar montando un negocio en Internet y que ha venido a curiosear opina sobre el salón: "Lástima que la conexión a Internet aquí sea más lenta que en mi casa".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_