Lloyd's gana la última batalla contra los inversores arruinados en los 80
La legendaria aseguradora británica Lloyd's de Londres fue absuelta ayer por el Tribunal Supremo de una demanda por fraude interpuesta por los denominados 200 nombres, un grupo de inversores que se arruinaron al apoyar a la compañía en los ochenta, cuando ésta perdió unos 8.000 millones de libras (2,2 billones de pesetas) en una serie de reclamaciones extraordinarias. Se trata del último capítulo de una saga, iniciada hace una década, que se ha visto envuelta en casos de divorcio, suicidios y pérdidas de fortunas familiares.
La decisión del tribunal cierra casi una década de litigios, que comenzaron a principios de los noventa y enfrentó a Lloyd's a la crisis más grave en sus tres siglos de historia. Los nombres (personas que avalan reaseguros a título individual) acusaron a Lloyd's de haberles engañado cuando decidieron invertir sus ahorros en la compañía. El Tribunal Supremo británico falló ayer que la aseguradora actuó de forma incompetente, pero que no hubo fraude.Los que reclamaron sostienen que cuando ellos invirtieron, Lloyd's sabía ya que iba a perder una de las principales reclamaciones de indemnización que casi la hundió entre 1980 y 1987. Se trataba de un caso presentado por miles de trabajadores, en su mayoría estadounidenses, que enfermaron al inhalar asbestos, un mineral cancerígeno parecido al amianto y usado en la construcción. Las compañías que habían asegurado a los afectados tenían contratos con Lloyd's, y la firma británica tuvo que desembolsar "una cifra astronómica", según sus portavoces, para hacer frente a los pagos.
Las indemnizaciones por el huracán que arrasó partes del Reino Unido en 1987, así como el incendio de la plataforma petrolífera Piper Alfa y la limpieza del vertido de crudo del Exxon Valdez acabaron de rematar una década negra. Las pérdidas de la aseguradora en dicho periodo rondaron los 8.000 millones de libras (2,2 billones de pesetas).
En 1996, cerca de 34.000 de estos inversores que perdieron sus ahorros en la década ominosa aceptaron una compensación conjunta de más de medio billón de pesetas para reducir sus deudas. Pero un grupo de más de 230 nombres, entre ellos 24 estadounidenses, no aceptaron el trato y optaron por la vía legal. Si la justicia les hubiera dado ayer la razón, habría facilitado el camino a un torrente de reclamaciones contra Lloyd's por parte de los que, hace cuatro años, se conformaron con las indemnizaciones. La sentencia sí critica, de todos modos, la actuación de la aseguradora por haber sido una "incompetente y haber deshonrado uno de los mercados financieros más tradicionales de la City".
No hubo premeditación
Según el Supremo británico, Lloyd's no podía calcular que las cosas le saldrían tan mal, de modo que el fallo rechaza la acusación de fraude premeditado. "Nos damos cuenta de lo enorme de sus pérdidas, desde el punto de vista personal y financiero, pero ahora deben mirar ustedes hacia el futuro y tratar de llegar a un acuerdo particular con la aseguradora", señalaron los jueces.Los representantes de Los nombres abandonaron furiosos el tribunal. "¿Cuántas negligencias flagrantes se necesitan para que haya fraude?", dijo uno de ellos, sir William Jaffray. Según el abogado que les ha defendido, Simon Goldblatt, las pérdidas del grupo oscilan entre las 120.500 libras y las 469.000 libras (entre 33.000 y 130.000 millones de pesetas). También señaló que la ruina fue el factor desencadenante de 15 suicidios y numerosos divorcios. "Seguramente acabaremos llegando a un acuerdo, pero estamos asombrados por el tono de la sentencia".
El tribunal ha recomendado a Lloyd's que promueva la constitución de un grupo de expertos independientes que busquen la forma de ayudar a los afectados que ahora pasan por mayores dificultades financieras. Los 200 nombres podrán declarar el 24 de noviembre, si desean apelar la sentencia. Además, están estudiando la posibilidad de acudir al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.
Algunas figuras importantes que han sostenido el título de nombre son, por ejemplo, el ex primer ministro británico Edward Heath, el magnate Robert Maxwell o Camilla Parker Bowles, la compañera sentimental del príncipe Carlos de Inglaterra.
Fundada hace 300 años en un modesto café londinense propiedad de Edward Lloyd, la aseguradora es hoy líder del mercado. En 1995, fecha de las últimas cifras disponibles, obtuvo unos beneficios superiores a los 280.000 millones de pesetas. Al principio, Lloyd's aseguraba barcos. En la actualidad, presidida por Max Taylor, asegura coches, aviones y cosas más volátiles, como la voz del cantante Bruce Springsteen, valorada en 3,5 millones de libras.
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