Fulke y Olazábal siguen marcando el ritmo
Entre Pierre Fulke, el sorprendente sueco, y José María Olazábal, el sobrio guipuzcoano, hay una diferencia, y no es el golpe que les separa en la cabeza del Volvo Masters después del segundo día de juego. Y la distancia no se aprecia tanto en lo que hacen como en lo que el espectador amigo siente. Mientras los seguidores del hijo de la revolución cultural del golf sueco ("haced que un millón de flores florezcan", dijo la federación sueca a comienzos de la década, y como champiñones los jugadores suecos invadieron los campos europeos) miraban al marcador, veían al suyo, a Fulke, 29 años, hijo de nadador, antes jugador de balonmano que golfista, con -9 (ayer, 68 golpes, -4), allí, arriba del todo, y se daban codazos de complicidad y alegría ("mira, mira, cómo juega, con qué sutileza y precisión maneja el putter, con qué simplicidad evita meterse en situaciones desagradables, con qué sencillez, hace lo que sabe, calle, green y a veces birdie") para celebrar que se mantuviera en el liderato, la gente de Olazábal, el hijo del arte, el maestro de Hondarribia, veía al suyo, ahí, segundo, en -8 (ayer, 69 golpes, -3), y torcía el gesto: "Siempre corto en los putts, ha dejado pasar los pares cinco sin hacerles un birdie, pero qué le pasa hoy", y cosas así. Cualquiera diría, durante el partido que ocupó ayer la máxima atención en el campo de Montecastillo, brisa agradable aunque fría cuando se metió el sol, buena hierba y blandos greens, que Fulke estaba que se salía y Olazábal que se hundía. Algunos teóricos le llaman diferente nivel de expectativas, diferente nivel de calidades, porque no, al final, un golpe de diferencia, dos jornadas por delante y un buen puñado de jugadores por detrás: los pesos pesados del circuito europeo que están propiciando su buen lote de tensiones subterráneas: Darren Clarke (-7), Colin Montgomerie (-6), Michael Campbell (-4), Padraig Harrington, Philip Price (-3).
"Si yo juego a buen nivel no tengo por qué temer nada de nadie", dijo Olazábal, precisamente el único de todos ellos que ha ganado algún grande en su vida, al terminar su día de trabajo. No tiene, evidentemente, por qué temer nada de nadie. Siempre que juegue bien, evidentemente, siempre que se ahorre esos tres o cuatro malos drives por onda que, como ayer en los pares cinco, le privan de algunos birdies necesarios; siempre que recupere el feeling del putter y sienta cómo la hierba del green le susurra al oído la fuerza que necesita para alcanzar el hoyo de la misma manera que la música le dicta a los pies del bailarín el ritmo con que deben moverse. Y si eso es así no serán enemigos ni el Fulke feliz en jueves y viernes pero de cuyo temple en los nueve últimos hoyos de un domingo por la tarde aún se puede dudar, ni el Montgomerie que perdió 14 kilos en dos meses (y con las grasas se fue su swing también) y que se mantiene al acecho gracias a la fortuna de un hoyo en uno (14º: hierro 6, 157 metros, el 17º hoyo en uno de su carrera: "Desde el tee no podía ver lo que pasaba porque tenía el sol de cara, pero había un chico en el green con un cuaderno y un lápiz, y vi que los soltaba al suelo y empezó a aplaudir, entonces supe que había embocado"), ni el brillante y el publicitado neozelandés Michael Campbell, ni Harrington, el irlandés que ganó en Madrid hace dos semanas, ni el galés Price, no, y ni siquiera el más peligroso, el rotundo norirlandés Darren Clarke, el hombre de más clase de los que persiguen a Olazábal.
Los demás españoles, como el jueves, más o menos: Miguel Ángel Jiménez, el campeón saliente, se defiende en su terreno; Sergio García sigue sin ajustar el radar, y a Miguel Ángel Martín le dejó plantado el caddie, pero, aun así, al héroe de la Dunhill le fue mejor (dos golpes mejor) que el día anterior.
CLASIFICACIÓN
1. Pierre Fulke (Suecia), 135 golpes (-9). 2. José María Olazábal (España), 136 (-8). 3. Fredrik Jacobson (Suecia), Darren Clarke (Irlanda del Norte), Stephen Leaney (Australia), 137 (-7). 6. Colin Montgomerie (Escocia), 138 (-6). 17. Miguel Ángel Martín (España), 142 (-2). 35. Sergio García (España), 144 (par). Miguel Ángel Jiménez (España), 144 (par). 62. Severiano Ballesteros (España), 152 (+8). 66. Ignacio Garrido (España), 154 (+10).
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