CEOE reclama que las cotizaciones sociales bajen tres puntos y Rato pide moderación de beneficios

La patronal CEOE demandó ayer al Gobierno una rebaja de las cotizaciones sociales de tres puntos "como mínimo" (ahora suponen el 29% del salario), porque "además de impulsar la creación de empleo, se amortiguarían las demandas salariales", dijo ayer su vicepresidente, Arturo Gil. Para el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, el riesgo actual está en las subidas de precios y de márgenes empresariales, en especial en el sector servicios, "tanto o más que en los salarios". Una mayor presión en un sentido u otro llevaría, advirtió Rato, a nuevas subidas de tipos de interés. Ambos participaron ayer en un encuentro organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) sobre los Presupuestos de 2001 en el que el representante de la CEOE fue una de las voces más críticas. Arturo Gil coincidió con el portavoz de Economía del PSOE, Jordi Sevilla, en el problema de credibilidad que plantea el objetivo de inflación (2%). El vicepresidente de CEOE se quejó también de la falta de reformas estructurales en el gasto público, cuya tendencia calificó de "expansiva".

En cuanto a los ingresos, Arturo Gil criticó que no se actualice la tarifa del IRPF para evitar que el impuesto grave rentas que no suponen mejora del poder adquisitivo y evaluó su efecto en una mayor carga fiscal de 100.000 millones de pesetas. Además de pedir una rebaja de las cotizaciones basada en los excedentes de la Seguridad Social -300.000 millones de pesetas- y del Inem -500.000 millones-, el vicepresidente de CEOE solicitó al Gobierno una reducción de entre dos y cinco puntos en el impuesto de sociedades, en línea con otros países de la UE y "para evitar fenómenos de deslocalización".

Rato hizo por su parte un esbozo de lo que debería ser la reforma laboral que el Gobierno quiere abordar. Centró el problema en el paro femenino y anticipó nuevas rebajas en las cotizaciones para este segmento y una mejora de las condiciones del contrato a tiempo parcial. El otro objetivo es reducir la tasa de temporalidad y un nuevo marco de negociación colectiva.

Jordi Sevilla insistió en las críticas que el PSOE planteó en el debate de totalidad de los Presupuestos: las cuentas no son creíbles porque falla el objetivo de inflación, abusan de la contabilidad creativa y no tienen ambición social. Sevilla defendió un aumento de las pensiones mínimas (5%), la rebaja del impuesto del hidrocarburos (5 pesetas) y la elevación de la tasa por el uso del espacio radioeléctrico.

Por su parte, el economista y abogado Miguel Ángel Fernández Ordóñez, incidió en "la opacidad" de los presupuestos y reprochó al Gobierno que haya convertido la consecución del equilibrio en las cuentas públicas en "propaganda".