El urbano acusado del secuestro de Olot asegura que no cobró rescate

Antoni Guirado, ex policía local de Olot y secuestrador confeso de la farmacéutica Maria Àngels Feliu, declaró ayer ante la juez Pilar Castillo, instructora del sumario del caso, por cuarta vez desde que, en marzo del año pasado, se pudo desarticular la banda de presuntos raptores. Guirado negó una vez más haber cobrado ningún rescate para dejar libre a la farmacéutica de Olot y reiteró que no conocía a Joan Casals y Xavier Bassa, primeros procesados por el secuestro.La juez citó de nuevo a Guirado porque tiene el convencimiento de que oculta informaciones cruciales para resolver el caso y puede clarificar el papel de todos los implicados en el secuestro. La investigación judicial no ha cejado en los últimos meses en sus intentos de hallar vínculos entre Casals y Bassa, y el resto de la banda de secuestradores.

Guirado negó ayer de nuevo que conociera a ambos. El ex policía realizó una declaración de poco más de media hora, puesto que rehusó -según él, por desconocimiento- entrar en los detalles de la compleja trama sobre la que intenta arrojar luz la juez que investiga el secuestro.

Sobre el pago del rescate, Guirado desvió la responsabilidad hacia Ramon Ullastre, el propietario de la casa donde se habilitó el zulo en el que estuvo secuestrada Maria Àngels Feliu durante 492 días. La farmacéutica fue secuestrada el 20 de noviembre de 1992. El ex policía mantiene que era Ullastre el encargado de negociar el rescate con la familia Feliu.

Colaboración

El letrado de Guirado, Sebastià Salellas, aseguró en la puerta de los juzgados que la juez le dijo a su defendido que su excarcelación estaría más cercana si colaborara más activamente con la justicia. "La juez entiende que si él contase lo que ella presume que sabe, cosas de las que el señor Guirado dice que no tiene ninguna constancia, podría contribuir al levantamiento del secreto de sumario y, por lo tanto, la petición de libertad estaría más próxima", explicó Salellas.

El letrado teme que la investigación se prolongue, puesto que asegura que su defendido no puede aportar nada nuevo. La Audiencia de Girona denegó el mes pasado la petición de libertad de Guirado, cuya primera declaración permitió detener al resto de los integrantes de la banda de secuestradores. El tribunal alegó, entre otras razones, que su excarcelación podría interferir en un caso que continúa bajo secreto de sumario.

Por otra parte, la juez Pilar Castillo dispone de protección policial desde hace más de un mes. La medida fue adoptada por las autoridades gubernativas a raíz de unas llamadas en las que se la insultaba y se la amenazaba de muerte. A pesar de que los técnicos policiales no dan excesiva credibilidad a las amenazas, se le ha facilitado una escolta permanente como medida de precaución.