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La Fundación Tàpies revisa la variada trayectoria artística de Matt Mullican

El mundo artístico de Matt Mullican (Santa Mónica, Estados Unidos, 1951) se sustenta en soportes de variadas disciplinas. Entre ellas el dibujo, la instalación, el tratamiento digital de la imagen, el vídeo e incluso la performance realizada bajo efectos de la hipnosis. El objetivo común es representar la realidad de forma que el resultado sugiera nuevas realidades. La Fundación Tàpies presenta, hasta el 7 de enero, Más detalles de un universo imaginario, exposición comisariada por Michael Tarantino que recorre la trayectoria de Mullican.

Ciberespacio

Plásticamente, la Fundación Tàpies ha recuperado cierto contenido colorista. Aunque la obra de Mullican no sea conceptualmente de fácil digestión, ofrece una materialización atractiva. Una de las primeras piezas que podrá contemplar el espectador es una serie de grandes imágenes de contenido arquitectónico generadas por ordenador. En el extremo opuesto de la sala, unos paneles pictóricos, también de presentación grandilocuente, están realizados con una técnica mucho más artesanal. El trabajo de Mullican bascula entre el uso de las nuevas tecnologías y la realización artística más convencional, como la pintura y el dibujo. En este último caso encontramos los llamados dibujos de palo, figuras esquemáticas que constrastan con otras más elaboradas. En una de las piezas la figura de palo se presenta junto a un dibujo de corte realista y una fotografía. "Aunque tienen características diferentes, estas imágenes tienen la misma significación", explicó ayer Mullican.

Otras de sus obras de los años setenta utilizan viñetas de cómic, que junto a lo evidente de su significación, esconden para el artista un universo imaginario mucho más amplio. "Es como si yo pudiera entrar dentro de la viñeta", comentó frente a la obra. Para Mullican, muchos de los referentes realistas tienen elementos que también evocan elementos de percepción abstracta.

"Ha habido mucha gente que por utilizar también las posibilidades de la informática ha dicho que mi obra se mueve por el ciberespacio; el aroma que esto desprende es una prueba de que mi trabajo tiene otras proyecciones", comentó mientras mostraba uno de los habitáculos de un laberinto arquitectónico en el que ha colocado restos orgánicos, mayoritariamente huesos de aves clasificados.La ordenación, la numeración, la clasificación por colores forma también parte del conjunto de intereses artísticos de Mullican, que con su sistematización de diferentes elementos constituye nuevos lenguajes. En la exposición pueden contemplarse sus conocidos tableros de anuncios en los que a modo de pequeños reclamos va colocando imágenes que van conformando una especie de relato. Otra de las piruetas sobre el tema de la representación es la esquematización tridimensional del espacio que ocupa una de sus exposiciones, es decir que presenta la exposición dentro de la exposición.

El mundo de Mullican es arquitectónico, pero también plano y virtual. Es como un juego donde lo representado adquiere visos de nueva realidad. Y en el fondo de todo ello un paisaje metafórico digno del más clarividente análisis de un mundo, el actual, en el que la representación sustituye cotidianamente a la realidad.

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Joan Guerrero

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