Gasolina y todo lo demás
El tabaco lo puedo comprar en los estancos y en los bares; el pan, las galletas, el aceite de oliva y las bebidas, en cualquier híper, supermercado o tienda de barrio; el periódico y las revistas, en los quioscos; el aceite para mi coche y todo lo que éste necesita lo encontraré en las tiendas de recambios; además, lo puedo llevar a lavar en muchos establecimientos de engrase de automóviles. Así que, a partir de hoy mismo me hago el firme propósito de no comprar nada en las tiendas de las gasolineras. Bastante me dejo ya con la gasolina. Si no podemos renunciar al combustible (y de eso se valen), deberíamos buscar otro modo de presión. Yo, de momento, no compraré en estas tiendas ni un chupa-chups. Aunque los niños lloren durante todo el viaje.- Fernando Arellano Gascón. San Fernando de Henares, Madrid.