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Diagnóstico tridimensional

María Fabra

Un investigador inventa un sistema para crear imágenes médicas estereoscópicas

Hasta ahora, las imágenes de diagnóstico médico eran apreciables de forma plana. El logro se había situado en la obtención de reconstrucciones tridimensionales, tras la realización de una resonancia magnética o un TAC helicoidal. Sin embargo, la sensación de profundidad se perdía al visualizar la imagen tridimensional en una superficie plana como son la pantalla de un ordenador o una radiografía. La tecnología avanza. Y sus aplicaciones. Pero en este caso, no ha sido una investigación específica para la aplicación médica la que ha logrado crear unas imágenes que posibilitan la reconstrucción real de imágenes diagnósticas en tres dimensiones, impresas en poliéster y reproducibles en un pequeño visor. Giorgio Barboni es el creador y director de una empresa castellonense, DDD (Desarrollo, Diseño, Digital) que trabaja, habitualmente, para el sector cerámico. El afán por la aplicación de las nuevas tecnologías a este sector productivo le ha inmiscuido en varios procesos de investigación. Uno de ellos, iniciado hace años, fue el de tratar de conseguir que los azulejos tuvieran la cualidad de cambiar de color para el ojo humano. Para ello, inventó un filtro óptico armónico que ha patentado. Sin embargo, el insuficiente desarrollo de la tecnología imposibilitó su idea.

Barboni asegura desconocer cómo le asaltó la idea de buscar otra aplicación para su investigación. "No sé cómo surgió, pero es gratificante comprobar que puede ser utilizado para algo tan útil", afirmó. El caso es que, después de más de un año de trabajo, ha conseguido un sistema de imágenes estereoscópicas que se fundamenta en el principio de la holografía. Éste proporciona una visión tridimensional de aquella parte del cuerpo humano que se somete a una resonancia magnética o a un TAC y que, posteriormente, es impresa en poliéster, como si se tratara de una placa convencional plana. A simple vista, la imagen se presenta difusa pero a través de un visor, denominado negatoscopio, que cuenta con un filtro especial, aparece tridimensional. Este proceso, según su creador, hace que cada ojo vea una porción diferente de la imagen, para lo que es necesario obtener un conjunto de imágenes tridimensionales, fusionarlas y aplicar el filtro óptico armónico. Las imágenes suman un total de 26 y están separadas por un grado entre sí, con lo que la visión es de 26 grados, el doble de lo que permite, por ejemplo, un microscopio en una intervención de neurocirugía. Esto posibilita además que, como en los hologramas, la imagen "persiga" el ojo de quien la están viendo, dando la impresión de movimiento. Además, el negatoscopio puede proyectar varias imágenes contenidas en una sóla placa.

Esta técnica va a ser aplicada por Eresa, la adjudicataria del servicio de resonancia magnética. En principio, el Hospital General de Castellón será el centro donde se efectuarán las primeras aplicaciones, de forma gratuita, hasta comprobar si esta nueva técnica es aceptada y aplaudida por los profesionales. "Han de ser los profesionales los que evalúen esta técnica que ponemos a su disposición", dijo ayer el gerente de Eresa, Enrique Lozano. Después, si el sistema funciona será exportado a toda España.

El objetivo de su utilización es tanto diagnóstico como terapeútico y el hecho es que, en el caso de las intervenciones quirúrgicas, su utilización permitirá al cirujano, dentro del propio quirófano, tener una visión real y con volumen de la zona que va a intervenir. Al igual que las resonancias, los TAC o las radiografías, puede ser utilizado para cualquier patología y en tiempo real ya que sólo precisa del plazo necesario para la impresión de la imagen, con un sistema de revelado de última generación.

Por el momento, Eresa quiere hacer un balance del coste que supondría esta nueva aplicación. Sin embargo, Lozano sí anticipó que en el caso de que se realizara de forma generalizara, se optimizarían los recursos, lo que repercutiría en un descenso del coste.

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