Atentado frustrado contra una empresa de un militante de EA

Una bomba de fabricación casera fue desactivada ayer por la Ertzaintza en la puerta de la empresa Joma, de Mondragón (Guipúzcoa). El propietario de la industria, Juan Antonio Gallastegi, descubrió el artefacto, metido en un recipiente similar a una fiambrera y cuya composición y peso no se había difundido ayer, a las 10.45 y avisó a la policía vasca. Gallastegi, militante de Eusko Alkartasuna (EA), dirige una empresa de cerca de 40 trabajadores que fabrican diversos artículos de ferretería como cajas de caudales, puertas de seguridad y material de cerrajería. La empresa exporta el 25% de su producción y factura entre 500 y 1.000 millones de pesetas anuales."Aunque la empresa estaba cerrada, Antton [Juan Antonio] iba esta mañana [por ayer] a trabajar cuando vio una bolsa de plástico, que parecía contener una caja de puros, junto a la puerta de la oficina. Le pareció extraño y llamó a la Ertzaintza", explicó la esposa de Gallastegi, informa Efe.

Este tipo de acciones terroristas persiguen amedrentar al empresariado vasco para que haga efectivo el pago del denominado impuesto revolucionario a ETA. En los dos últimos meses cerca de una decena de empresas ubicadas en el País Vasco han sido objetivo de la organización terrorista.

Gallastegi Azkoaga es primo del histórico militante de ETA José Manuel Pagoaga Gallastegi, Peixoto. Ex miembro de la candidatura de HB al Parlamento Europeo, Peixoto fue detenido en una redada contra ETA en 1989 en Francia, aunque luego fue puesto en libertad, pues las autoridades judiciales del país vecino no encontraron cargos contra él. Peixoto sufrió un atentado de Batallón Vasco Español en 1979.

En Vizcaya, los jóvenes que practican la violencia callejera eligieron durante la madrugada de ayer como objetivos tres cajeros de dos bancos, el BBVA y La Caixa, en Bilbao y Gallarta. Los simpatizantes de ETA lanzaron artefactos explosivos que causaron importantes daños materiales aunque no fue necesario desalojar ninguna vivienda.