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Tensión e insultos en manifestaciones a favor y en contra de los inmigrantes en Las Palmas

Cerca de 1.000 personas, contrarias a lo que denominan la "invasión foránea", y otras 300, a favor de los inmigrantes, se manifestaron ayer al mismo tiempo en Las Palmas. Muchos llegaron de Fuerteventura y Lanzarote a la plaza de La Feria, que durante 22 noches sirvió de campamento para más de 100 subsaharianos que demandaban regularizar su situación. Hubo tensión e insultos cuando ambas concentraciones se enfrentaron a pocos metros, separadas por la policía. El Gobierno y el Parlamento de Canarias criticaron la concentración contra la "invasión foránea".

Entre 800 y 1.000 personas, llamadas por la Plataforma Ciudadana de Gran Canaria, se concentraron bajo el lema "No a la invasión foránea, sí a la ley de Residencia". Andrés Santana, portavoz de esta plataforma, destacó que el objetivo de la manifestación era, entre otros, protestar contra la inseguridad ciudadana.Otras 300 personas acudieron a la convocatoria de un colectivo de asociaciones sociales, culturales y políticas, entre ellas el Partido Comunista Canario, denominado Ciudadanía contra el Racismo, que, en respuesta a la primera concentración, decidió movilizar a la población en el mismo emplazamiento y a la misma hora pese a no contar con el permiso del Gobierno regional. Su lema: "Paremos el racismo. Emigrantes ayer, solidarios hoy". Alfonso Hernández, miembro portavoz de Ciudadanía contra el Racismo, indicó que su iniciativa servía de "respuesta pacífica" a una movilización que considera "racista y xenófoba".

Al final de ambas manifestaciones se produjeron momentos de tensión. Ambos grupos se enfrentaron cara a cara y la policía se afanó para mantener el cordón policial que separaba a los dos colectivos. "Ustedes fascistas son los terroristas". "Hoy rascista, mañana fascista", gritaban los simpatizantes de Ciudadanía contra el Racismo. "Cabrones, ustedes son los racistas", clamaban los seguidores de Plataforma Ciudadana de Gran Canaria bajo pancartas en la que se leía "Saramago vete ya", "Inmigración sí. Invasión no". Los antirracistas también aludieron al ciudadano de Guinea Bissau, Antonio Fonseca, muerto en una comisaría de Lanzarote.

Los inmigrantes, acampados en la plaza de La Feria abandonaron el lugar el martes después de que el Ayuntamiento grancanario les retirara sus enseres personales por razones, según argumentó el alcalde, José Manuel Soria (PP), de "salud pública".

Para evitar altercados, se montó un dispositivo especial de vigilancia del Cuerpo Nacional de Policía en el que participaron cerca de 70 agentes y se habilitaron varias cámaras de vídeo.

El Gobierno canario reaccionó a la convocatoria de la manifestación contra "la invasión foránea" señalando su "inconstitucionalidad". El Parlamento canario también condenó "toda reacción de intolerancia que suponga un rechazo de las personas y grupos diferentes" o que pretenda convertirlos en "culpables de los problemas del archipiélago".

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