60 heridos en nuevos enfrentamientos en los territorios

Frenar a los colonos

Más de 60 palestinos resultaron heridos ayer, un día después de la firma del Acuerdo de Sharm el Sheij, en enfrentamientos con soldados israelíes en Cisjordania y la franja de Gaza. Uno de los palestinos herido en días anteriores murió ayer, lo que eleva a 112 las víctimas mortales del conflicto. El primer ministro israelí, Ehud Barak, y el presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, por su parte, tratan de moverse con rapidez con el fin de aplicar el alto el fuego pactado. Los incidentes más graves tuvieron lugar en el sur de Gaza. Decenas de jóvenes procedentes de los campos de refugiados hostigaron con piedras a los soldados israelíes que custodiaban los asentamientos judíos cercanos y el puesto fronterizo con Egipto de Rafa. Una cuarentena de palestinos resultaron heridos, entre ellos un niño de 12 años, que está grave.

A última hora de la tarde en esa misma zona de Gaza, y cuando la violencia parecía remitir, estalló un artefacto casero al paso de un autobús que transportaba colonos. Los viajeros pudieron saltar a tiempo del vehículo; no hubo heridos.

Incidentes y enfrentamientos similares se registraron en otras ciudades cisjordanas, como Nablús, Ramala, Hebrón, Jenín y Belén, con un saldo de 20 heridos, la mayoría por arma de fuego. Se mantiene la tensión en el barrio de Beit Djala, cerca de Belén, sobre el que pesa la amenaza de un bombardeo si se producen ataques contra los habitantes del barrio judío de Gilo, en Jerusalén.

Las autoridades israelíes parecen decididas a poner fin a la violencia descontrolada de las milicias de los colonos judíos, que en los últimos días han actuado por su cuenta en áreas rurales de Cisjordania y en algunos barrios árabes de la ciudad de Jerusalén, lo que ha obligado a numerosos vecinos a buscar refugio en otras zonas de la ciudad.

A raíz de esta nueva línea de actuación, la policía israelí detuvo ayer a dos colonos del asentamiento de Itamar; se les acusa de haber participado en el asesinato de un campesino árabe, perpetrado en la madrugada del martes, mientras recogía aceitunas. Días atrás, estos mismos colonos atacaron el pueblo de Beit Furik, quemando la mezquita y destruyendo todos los depósitos de agua.La policía israelí sospecha que las operaciones paramilitares efectuadas por los colonos en esta parte del norte de Cisjordania tienen como objetivo vengar la muerte del rabino Hillel Liberman, pariente del candidato demócrata a la vicepresidencia de EE UU, perteneciente a un asentamiento cercano y castigar a la población palestina por la destrucción de la tumba de José en Nablús, hace dos semanas.