El rock comercial de Revólver abre mañana la programación de otoño del Kursaal
El rock no es un género que goce de gran presencia en las listas de éxitos de España. Sin embargo, el grupo Revólver ha logrado hacerse un hueco al pie de la cúpula gracias a sus raciones de rock en castellano. Su líder, Carlos Goñi, presume de vender una media de 200.000 ejemplares de cada nuevo disco y de congregar siempre a más de 4.000 espectadores en sus conciertos. Mañana tendrá que resignarse a no alcanzar dicha cifra ya que el auditorio del Kursaal, donde actuará en San Sebastián, no tiene tanto aforo.
El Kursaal abre su programación de otoño con las 11 canciones de Sur (Warner), el séptimo elepé del grupo, que supone una nueva entrega surtida de rock de raíces norteamericanas en la que se conjugan, con omnipresente melodía, texturas eléctricas y acústicas. "Creo que este es un disco, en general, de rock. Aunque sólo sea por las letras, ya me merece ese calificativo; no creo que sea necesaria una determinada cantidad de distorsión para que un disco sea de rock", ratifica Goñi, rebatiendo a quienes se resisten a calificar así a su obra arguyendo que le falta potencia sonora. Eso en lo estrictamente musical, ya que su responsable subraya que Sur "destila, sobre todo, mala leche e inconformismo", con unas letras que, según su autor, se ajustan a la siguiente máxima de Woody Guthrie: "Lo importante es lo que digas y cómo lo digas, los acordes dan igual". Goñi quiere que uno repare en el contenido de unos textos que destilan la pasión de los enamorados, pero también hablan de las diferencias entre clases sociales y, genéricamente, ente Norte y Sur.
Todo ello marca el desarrollo de un disco que sigue el curso natural de su autor, siempre influido por su admirado Bruce Springsteen y otros cantautores estadounidenses, pero con la novedad de que ha sido grabado en el estudio que el compositor, guitarrista y cantante madrileño tiene en L'Eliana, su localidad valenciana de residencia. Unas instalaciones llamadas Mojave y diseñadas a imagen y semejanza de las que posee Jackson Browne, por las que pasan los grupos que editan sus canciones con la discográfica Nena Records, también propiedad del músico.
El destino ha querido que Carlos Goñi se convierta en todo un empresario que sabe mucho de un negocio en el que lleva inmerso desde 1982. Entonces formaba parte del trío Garage, con el que grabó dos singles, y más adelante militó en Comité Cisne, formación con la que llegó a publicar tres elepés. Entre ambas aventuras trabajó como guitarrista a sueldo de Los Inhumanos. Hubo que esperar a finales de 1988 para asistir al nacimiento de Revólver, que en 1993 logró acceder a ventas masivas con Básico, disco acústico cortado según el patrón de los entonces de moda unplugged del que se despacharon más de 150.000 ejemplares.
Desde ese tercer elepé, Revólver ocupa un lugar privilegiado en la escena musical española y lo que comenzó siendo una banda en toda regla es el proyecto personal y solista de Carlos Goñi. Los demás miembros originales del conjunto formaron una banda llamada 48 Horas, que no logró el éxito deseado.
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