Del pasado efímero

Cuando no es uno es el otro. Pero el caso es recurrir siempre al pasado. El presidente Alberto Ruiz-Gallardón lo hace mucho, pero, como él dice, es que se lo ponen tirado y qué va a hacer uno. Bueno, pues ayer, en la sesión de control en la Asamblea de Madrid, Pedro Sabando, portavoz de PSOE-Progresistas, se remitió al pasado.Fue con motivo del endeudamiento de la Comunidad. En el pasado, cuando Ruiz-Gallardón estaba en la oposición, hablaba de la deuda como algo insoportable. Y ayer Sabando se lo recordó. Y le preguntó que si en 1995, con una deuda de 600.000 millones decía aquello, qué no diría ahora, con más de un billón, que es la cifra que manejaba el socialista. Hablan de millones que da pasmo.

El pasado -y el mañana- es efímero, decía el poeta Antonio Machado refiriéndose a otras cosas. Y relativo. El caso es que Ruiz-Gallardón dijo que sí, que él lo había dicho. Y que lo mantenía. Porque ahora el endeudamiento es mayor en cifras absolutas, pero menor en cifras relativas. O sea, que, comparando las transferencias que hay ahora, el producto interior bruto, el mercado y, sobre todo, comparada con otras comunidades -Cataluña o Andalucía, es un decir-, Madrid tiene un endeudamiento que no es para asustar.

Al Gobierno, a lo mejor, no. Pero, la verdad, cuando se escuchó al presidente que a cada madrileño le tocaban 124.000 pesetas de deuda -como si no fuera bastante lo que cada uno tiene en casa-, a más de uno se le abrieron las carnes.

Del pasado más reciente habló Teresa Nevado, de Nueva Izquierda. Se remitió al debate del estado de la región de la pasada semana. Recordó al consejero de Economía, Luis Blázquez, que le había dicho que tenía el caos en su mente y necesitaba un profesional para curarla. Como entonces no pudo contestarle, ayer, aprovechando los recintos feriales -que ya es difícil-, le espetó que su caos, el de ella, sería, en todo caso, privado, pero que el de su consejería, era público y no había quien lo curara. Le reprochó que fuera prometiendo en los periódicos lo que luego no cumple. Era porque el consejero había dicho que recintos feriales podían tener Getafe, Móstoles o Fuenlabrada. Muchos son, le decía Nevado. Y Blázquez, que llegó tarde y apedreando -aunque, humilde, pidiera discul-pas-, se preguntó que por qué no podían tener recintos feriales estas localidades. Por ejemplo, Valladolid, con menos población, lo tiene, dijo.

Disculpas por llegar tarde también las pidió Caridad García Álvarez, de IU, que criticó el abandono de la psiquiatría infantil en la Comunidad.

Pero si algo une a todos es el dolor. La muerte del fiscal Luis Portero a manos de ETA, la de la mujer víctima de malos tratos en Móstoles y la del trabajador de Correos en la Casa de Campo unió, en el mismo pesar, a Gobierno y oposición.