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Los neonazis se burlan del Gobierno alemán con vandalismo y provocaciones

Pilar Bonet

Los elementos ultraderechistas, xenófobos, racistas y neonazis se mofan del Gobierno alemán con provocaciones desde los más diversos puntos de la geografía del país, mientras el canciller federal, Gerhard Schröder, y su ministro del Interior, Otto Schily, concentran su energía en lograr que el Tribunal Constitucional prohíba el Partido Nacional Democrático de Alemania (NPD). "Si hay una posibilidad, debe ser aprovechada", dijo Schröder.

En el capítulo de las provocaciones le ha tocado ahora el turno al pilar en memoria de Alberto Adriano, que fue erigido en un parque de Dessau para recordar la trágica muerte en junio pasado de un ciudadano alemán de origen mozambiqueño, que fue golpeado hasta la muerte por tres neonazis. Anteanoche, individuos no identificados destrozaron el portarretratos con la foto de Adriano, volcaron un florero, desparramaron las flores y las velas, según descubrió una patrulla policial que realizaba una ronda por el parque donde Adriano fue atacado. La policía ha iniciado una investigación por sospecha de intento de ultraje a la memoria del fallecido, precisamente en un lugar donde el canciller Schröder se había detenido durante su viaje veraniego por los territorios de la ex República Democrática Alemana el pasado agosto. Los atacantes de Adriano fueron juzgados y condenados a severas penas de prisión.A juzgar por la reiteración de los actos vandálicos y su carácter provocativo, la ofensiva del Gobierno contra el extremismo de derechas no está teniendo el éxito que cabría suponer a tenor de la campaña publicitaria que la acompaña, y cabe pensar que, o bien está desenfocada respecto a las raíces del problema, o bien que el problema supera la capacidad de actuación del Ejecutivo.

El catálogo de medidas anunciadas por el Ejecutivo alemán va desde una alianza social por la democracia y la tolerancia, hasta la creación de una línea de teléfono especial contra los ultraderechistas, lanzamiento de iniciativas ciudadanas, publicación de revistas, organización de seminarios, producción de juegos de ordenador, organización de cursos en la Central Federal de Formación Política, puesta en marcha de medidas de integración laboral y de prevención en el Ejército, además de las medidas policiales.

El canciller Schröder reiteró ayer su decisión de conseguir la ilegalización del NPD. "Si hay una posibilidad, debe ser aprovechada", dijo en Berlín, mientras Peter Struck, el jefe del grupo parlamentario, expresó su deseo de que todos los partidos alemanes presentes en el Bundestag apoyen la solicitud para ilegalizar al NPD. Sin embargo, la iniciativa no cuenta con el apoyo unánime de las fuerzas alemanas, ni siquiera dentro del Gobierno. Los Verdes, el socio menor de la coalición gubernamental, no ponen obstáculos a la iniciativa, pero reflexionan en voz alta sobre su utilidad.

La oposición demócrata cristiana, formada por la Unión Cristiano Demócrata (CDU) y la Unión Social Cristiana (CSU), ha evidenciado que no tiene una estrategia común sobre el tema. La CDU se muestra reservada y a la espera, mientras la CSU apoya la iniciativa. En una conferencia de prensa en Berlín, el jefe del grupo parlamentario de la CDU / CSU, Friedrich Merz, se mostró escéptico sobre una medida dirigida contra uno solo de los varios partidos de extrema derecha que operan en Alemania, al amparo de la ley.

Por otra parte, la policía detuvo ayer a los supuestos autores de los actos de vandalismo en el campo de concentración de Buchenwald la víspera de la fiesta del décimo aniversario de la reunificación alemana. Los detenidos son dos jóvenes ultraderechistas del land (Estado federal) de Turingia, de 22 y 20 años, que al parecer se han confesado autores de los actos de vandalismo.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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