La Comunidad probó los parches de detección de droga en 36 toxicómanos

Los parches de detección de estupefacientes que la Agencia Antidroga quiere dar gratis a los padres que los pidan para saber si sus hijos consumen droga han sido ya usados por la Comunidad en el tratamiento a toxicómanos. De febrero a junio, la Agencia hizo una experiencia con 36 adictos que accedieron a llevar estos adhesivos, en vez de someterse a análisis de orina. Según la Agencia, los resultados fueron "positivos", por lo que estudia iniciar su uso en los centros de tratamiento aunque "no de forma masiva".

José Cabrera, director gerente de la Agencia Antidroga, señala que el uso de estos parches, que detectan el uso de drogas a través del sudor de quienes los portan, en sustitución de los análisis de orina, "es más cómodo y limpio para los usuarios y para los laboratorios que realizan los análisis". "El drogodependiente tiene menos tentaciones de consumir mientras está en tratamiento porque, si lo hace, va a saberse cuando se analice el parche, ya que estos adhesivos son mucho más difíciles de manipular que la orina. Además, con ellos se descubren mejor los consumos de sustancias como el éxtasis, que a veces no se detecta en los análisis" tradicionales, asegura el gerente.

"Para el usuario son también más cómodos porque el parche se analiza cada 15 días y los análisis de orina a veces hay que hacerlos dos veces por semana, lo que supone ir de aquí para allá todo el día con el tarrito de las micciones", apostilla.

Cabrera destaca también otras ventajas para el laboratorio, entre ellas que "analizar un parche ofrece menos riesgos de contraer contagios que hacer lo mismo con una dosis de orina".

La experiencia piloto para comprobar el funcionamiento de los nuevos apósitos se desarrolló en el centro de experimentación en politoxicomanías que este organismo regional regenta en el distrito madrileño de Tetúan. De los 36 drogodependientes que participaron en la iniciativa, según el gerente de la Agencia, 12 se mostraron favorables a seguir usando el parche, 9 consideraron que su utilización no les aportaba nada, y el resto abandonaron el tratamiento. Todos ellos eran politoxicómanos, que combinaban sobre todo cannabis, cocaína y anfetaminas, sobre todo durante los fines de semana.

Cabrera explica que los "positivos" resultados de este plan piloto llevarán a la Agencia a iniciar la intruducción de estos parches en sus 23 centros para drogodependientes. "Pero por ahora no nos planteamos un uso masivo, sino ceñido a los casos concretos, sobre todo de consumidores esporádicos, que nos deriven los técnicos de los centros", concluye.

El parche comenzó a utilizarse en Estados Unidos, de donde se importa a través de una comercializadora española. También se ha usado en Cantabria.

El anuncio de la puesta en marcha del proyecto de la Agencia consistente en facilitar estos parches a aquellos padres preocupados por si sus hijos consumen drogas ha recibido fuertes críticas por parte de la oposición regional y de diversas asociaciones de padres y de atención a toxicómanos. Consideran que la medida puede convertir a los progenitores en "policías" de sus hijos y creen, además, que será poco eficaz porque los chicos se negarán a ponerse el adhesivo.

La Agencia Antidroga, dependiente de la Consejería de Sanidad, replica que recibe anualmente alrededor de 3.000 consultas y llamadas de padres preocupados porque no saben cómo confirmar o descartar sus sospechas de que sus hijos consumen estupefacientes.

El proyecto inicial, difundido hace dos semanas, ha sido matizado y perfilado en los últimos días. La última modificación consiste en que, antes de facilitar un parche a un progenitor, los profesionales de este organismo se entrevistarán con él y con su hijo, por separado, y sólo facilitarán el adhesivo previa prescripción médica.