Una opción que ha recibido duras críticas de PSOE y PNV

La decisión de José María Aznar de que Jaime Mayor compatibilizase el cargo de ministro del Interior con el de candidato de hecho a lehendakari le ha acarreado duras críticas del PNV y el PSOE, que han arreciado en agosto, en plena ofensiva de ETA.La delegación socialista -integrada por el portavoz parlamentario, Jesús Caldera, y el ex ministro Alfredo Pérez Rubalcaba- que se reunió con Mayor en el Ministerio del Interior el pasado seis de agosto para analizar la situación de la lucha antiterrorista, le reprochó su doble condición y le pidió que aclarase su posición. Para los socialistas, la situación ha sido especialmente incómoda porque su apoyo a la lucha antiterrorista que dirige Mayor, en su calidad de ministro del Interior, podía interpretarse como "seguidismo" a su estrategia electoral vasca, sobre todo, en relación con el PNV.

Mayor contestó a la delegación socialista que su doble función tampoco era fácil de asumir para él y que, incluso, podría acarrearle consecuencias electorales negativas para su candidatura y aparecer "tocado" ante parte del electorado por su gestión de un ministerio tan delicado como el de Interior.

De hecho, Mayor sugirió, antes de la celebración de las elecciones generales de marzo pasado, cuando ya se empezaba a barruntar que podría ser candidato a lehenedakari, dejar la cartera de Interior en la crisis de Gobierno posterior a los comicios, y pasar a otro puesto menos comprometido con la política vasca. Aznar no atendió dicha sugerencia, que tampoco llegó a formular el ministro de manera tajante.

Estrategia

El PNV fue mucho más duro en sus ataques a Mayor por esta causa. Su portavoz, Joseba Egibar, llegó a decir que "la ambición de Mayor hace que España tenga en sus manos una bomba de relojería porque es un maquinador nato y su pretensión real no es ser lehendakari sino sustituir a José María Aznar en La Moncloa". "Esa estrategia le va a fallar porque no le van a salir los números y nuevamente será un perdedor. No dudo que vaya a intentarlo, pero no es la posición de lograr un liderazgo personal porque siempre ha sido un cobarde. Ansía La Moncloa y acaba marchándose".