Los temibles recuerdos de Salinas

El ex presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) cita en sus memorias a su sucesor, el presidente Ernesto Zedillo, (1994-diciembre del 2000), como un hombre rencoroso que actuó en su contra movido por el resentimiento. Considera, por otra parte, que el asesinato, el 23 de marzo de 1994, del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia, Luis Donaldo Colosio, fue el factor determinante de la crisis financiera que a finales de aquel año y principios de 1995 puso a México al borde de la bancarrota.El diario El Universal adelantó ayer parte de un capítulo de unas memorias de más de mil páginas, editadas por Plaza&Janés y de próxima aparición, en las que el ex presidente, que abandonó el país en 1995 para instalarse en Irlanda, revela intrigas posteriores al magnicidio. "La ofensiva política para apoderarse de la postulación no había esperado ni al entierro". Ernesto Zedillo fue el designado por Salinas, que, según subraya, se encontraba abatido por el asesinato de Colosio. "Mi falta de emoción al transmitirle la noticia pudo haberle generado una serie de malentendidos y resentimientos".

La nueva candidatura, conocida el 29 de marzo de 1994, no detuvo la masiva fuga de capitales, y la crisis nacional fue mayor al anunciar el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), sublevado en enero de 1994 en el estado de Chiapas, su retirada de las negociaciones de paz.

"En los momentos de mayor tensión que siguieron a la muerte de Donaldo", señala el ex presidente, "cuando nos enfrentábamos a los apremios para evitar que la crisis se saliera de control, un cercano colaborador me hizo ver tres cualidades del doctor Zedillo que resultaron oportunas para despejarle el camino hacia la candidatura: aprende rápido, dijo; suple la inexperiencia con su inteligencia y es un ser humano noble". Esa misma persona le comentó lo que consideraba el principal defecto de Zedillo. "Tiene problemas con su origen, me dijo, y eso lo hace un hombre rencoroso. En ese momento esto último no me pareció relevante". No hay precisiones en el adelanto publicado sobre las razones del presidente, Ernesto Zedillo, para estar resentido.

Fuentes próximas a la familia citada por el diario Milenio acusan al presidente de traidor por incumplir el supuesto compromiso de no promover más acusaciones contra Raúl Salinas de Gortari, en ese momento sospechoso de asesinato. Fue sentenciado a 27 años de prisión como autor intelectual del asesinato, también en 1994, de José Francisco Ruiz Massieu, su cuñado y secretario general dirigente del PRI, derrotado en las elecciones del 2 de julio. Raúl Salinas, detenido en febrero de 1995, durante el Gobierno de Zedillo, cumple condena en una cárcel y es investigado por presunto lavado de dinero procedente del narcotráfico y otros cinco delitos.

"En una reunión", agrega el rotativo, "Salinas le pidió a Zedillo, además, que el Gobierno le quitara la responsabilidad del llamado 'error de diciembre". La brusca devaluación del peso de diciembre de 1995, decidida por el Ejecutivo de Zedillo, tampoco pudo frenar la salida de capitales y debió ejecutarse un polémico rescate bancario multimillonario, cuyas consecuencias y desarrollo todavía se debaten.

Carlos Salinas viajó a México esta semana, por quinta vez desde su salida del país. El PRD, tercera fuerza política, sostiene que las memorias pretenden influir sobre la Administración del presidente electo, Vicente Fox, y "frenar la conformación de la Comisión de la Verdad en el Congreso, que afectaría de manera directa a su posible responsabilidad en las privatizaciones, el tráfico de influencias y el rescate bancario".