"Montenegro seguirá su propio camino a pesar del cambio en Serbia"

El ministro de Asuntos Exteriores de Montenegro, Branko Lukovac, un diplomático de 56 años, embajador de la antigua Yugoslavia en Tanzania, ocupa desde el pasado enero la cartera de Asuntos Exteriores de Montenegro. Lukovac declaró a EL PAÍS, en su despacho de Podgorica, que Montenegro no acepta las elecciones, ni el Parlamento, ni tampoco un Gobierno formado por un mandato del candidato de la Oposición Democrática de Serbia (DOS), Vojislav Kostunica, con los parlamentarios elegidos el 24 de septiembre, porque carecen de legitimidad. De las palabras de Lukovac se desprende que Kostunica, si se hiciese al fin con la presidencia de Yugoslavia, no lo va a tener nada fácil con la hermana menor de las dos repúblicas.No se inmuta Lukovac ante la objeción de que Kostunica habría ganado las elecciones y la oposición tendría mayoría en el Parlamento de Yugoslavia, si Montenegro no hubiese boicoteado los comicios: "Es erróneo suponer que presentarse a las elecciones se reflejaría con corrección en los resultados electorales. El mayor problema con estas elecciones es que Milosevic las robó y él siempre robaría lo necesario. En segundo lugar, Montenegro aceptaría perder su estatalidad y se convertiría en una parte de Serbia nada más".

Para Lukovac, está fuera de duda el boicoteo a la segunda vuelta, incluso si la DOS aceptara presentarse: "Nuestra actitud oficial frente a las enmiendas constitucionales y las elecciones, que se convocaron bajo esa Constitución nueva, no cambiará. Las enmiendas , desde nuestro punto de vista, son ilegales e ilegítimas. No las reconocemos y tampoco las elecciones. No impediremos participar a la gente que lo quiera hacer. Haremos todo lo posible para que se hunda la política de Milosevic, pero no cambiaremos la base legal".

A la pregunta de si no se esboza ya un conflicto con un futuro presidente Kostunica, por no apoyarlo, Lukovac reponde: "Ellos saben que nosotros no aceptamos estas enmiendas y que por eso no podemos aceptar estas elecciones. No podemos formar parte del Estado, si no es en condiciones de igualdad. Ese Estado, jurídicamente hablando, será irrelevante para nosotros. Políticamente hablando, tendremos contactos con Kostunica".

Se especula estos días con la posibilidad de que, si llega a presidente, Kostunica ofrezca la jefatura del Gobierno de Yugoslavia a Predag Bulatovic, vicepresidente del Partido Socialista Popular (SNP) de los seguidores de Slobodan Milosevic en Montenegro y opositores al Gobierno actual de Milo Djukanovic. Dice Lukovac: "Ese Parlamento, ese Gobierno, e incluso ese presidente, a nuestros ojos no tienen legitimidad alguna. Nosotros no participaríamos en eso de ninguna manera, puesto que aquí no tuvimos elecciones y no presentamos nuestros candidatos para el Parlamento. En ningún caso podemos formar parte de esas estructuras. Para nosotros, ellos son sólo un nuevo liderazgo político de Serbia, con el que estamos interesados en mantener un diálogo sobre nuestras relaciones futuras. Si ellos están también interesados en mantener ese diálogo con nosotros, entonces igual podríamos llegar a un acuerdo mutuo. Tenemos razones para creer que podría llegar ese diálogo muy pronto. Con ellos ya habíamos conversado sobre nuestras relaciones futuras y aceptaron nuestra plataforma negociadora como base. Si ellos no lo consideran su prioridad, si se llegan a conformar con esas estructuras formadas con Bulatovic, les deseamos suerte. Nosotros iremos por nuestro camino".

A la pregunta de si seguirían adelante con el referéndum para la independencia de Montenegro, con un presidente Kostunica, Lukovac responde: "Todo dependerá de la política de Kostunica. Si tiene interés en conservar alguna forma de Estado común, entonces entraríamos en negociaciones. Si no tiene ese interés y sólo quiere funcionar sobre la base de la Constitución vigente, cogeríamos nuestro camino, lo que significa convocar el referéndum".

La permanencia en el poder de Milosevic, según Lukovac, "aceleraría los procesos de separación de Montenegro, aceleraría nuestro camino hacia la independencia, porque con la política que él personifica, encabezándola él o cualquier otra persona, nosotros no vemos ninguna perspectiva para quedarnos en esa unión".

Lukovac responde a la pregunta de si la separación de Montenegro de Yugoslavia podría suponer una guerra civil: "Antes que nada, estamos interesados en preservar la paz y estabilidad. No haríamos nada a costa de entrar en guerra. Lo básico es que tengamos bastante apoyo en Montenegro para cualquier paso. Entonces impediremos que se utilice a la minoría montenegrina para provocar conflictos interiores".