Advocaciones y escaramuzas

La frustrada primera visita oficial de José Luis Rodríguez Zapatero como secretario general del PSOE a la federación andaluza, la más importante, al menos en número, de esta organización, encerraba grandes expectativas. Sabido es que, aprovechando la coyuntura, algunos querían aplicar a su manera el cambio tranquilo que preconiza el político leonés.La advocación de su nombre por parte de algunos avispados les salió mal, hasta el punto de que el mismo secretario general de Organización, José Blanco, se vio obligado a advertir en Andalucía de que nadie tiene la potestad de emplear a su libre albedrío la franquicia del zapaterismo. Incluso uno de los más legitimados para hablar, el malagueño José Asenjo, renunció a la pelea y reconoció el liderazgo de Manuel Chaves.

El presidente andaluz, con todo, conocedor de que algunos en su formación no están por la labor, ya les ha retado a que si lo desean salten a la arena y pugnen con él por la secretaría general y que presenten su propio proyecto. Eso sí, teniendo en cuenta que los anteriores han hecho del PSOE en Andalucía un partido estable y de gobierno.

Nadie, al menos oficialmente, se atreve a llevarle la contraria, pero escudriñan su gestión para montar escaramuzas internas con las que tratar de visualizar que el proyecto de Chaves está agotado. Juegan con fuego. Se rasgan las vestiduras con la elección del director general de la RTVA y encuentran ahora en el siempre cuestionado secretario provincial del PSOE de Córdoba, José Mellado, a una pobre víctima por su apoyo a Zapatero.

Sin embargo, la semana estará marcada de nuevo por las movilizaciones que puedan protagonizar los pescadores y los integrantes de la organización agraria COAG. Puesto que el ministro de Agricultura y Pesca, Miguel Arias Cañete, da ya por cerradas las negociaciones con el sector para reducir los costes del combustible, al delegado del Gobierno en Andalucía, José Torres Hurtado, le van a hacer falta policías y guardias civiles para meter en cintura a tanto contestatario. Y todo esto sin olvidar los encierros de protesta de inmigrantes que se desarrollan en Almería y Roquetas de Mar, movilizaciones que amenazan con agravarse por parte de un colectivo de inmigrantes lo suficientemente insatisfecho por su situación en nuestro país como para que se corra el riesgo de que se repitan los sucesos de El Ejido.

En situación de riesgo se encuentra también la caja de ahorros de Jaén después de que, por segunda vez, no se lograran los apoyos suficientes en su asamblea para modificar los estatutos de la entidad conforme a la nueva ley de Cajas. La consejera de Economía y Hacienda, Magdalena Álvarez, sopesa la medida a adoptar, pero en ningún caso será una intervención pura y dura de la caja, como se viene especulando, y sí en cambio otras fórmulas que contempla la propia legislación y que facilitarán una modificación directa de los estatutos sin mayores traumas.

Álvarez, además, deberá poner en marcha la comisión de trabajo que ha de definir la posibilidad de aplicar en Andalucía la polémica ecotasa. Su intención pasa por darle una vuelta de tuerca más y ampliar su concepto, de tal modo que no quede restringida al sector turístico, sino que se extienda a todos los ámbitos de nuestra economía. Se trata de llevar a la práctica aquello de que el que contamina paga, por lo que el debate sobre esta tasa cobra otras dimensiones, al plantear un sistema impositivo que podría resultar innovador en nuestro país.

En donde, desde luego, no se plantean novedades, es en el planteamiento que mantienen los grandes partidos políticos a la hora de designar a los responsables de medios de comunicación públicos. Ahora le toca el turno al PP, que tendrá que soportar las mismas críticas que dirigió al PSOE al poner en manos de una anterior asesora de prensa de Javier Arenas la RTVE en Andalucía. Queda por ver si en la intelectualidad andaluza se va a producir una reacción similar a la vivida con el nombramiento de Rafael Camacho como director general de la RTVA.