La industria textil es la tercera actividad económica de Jaén y ya factura 23.000 millones al año

La industria textil de Jaén se ha convertido, casi en la sombra y pasando prácticamente inadvertida para las administraciones públicas, en la tercera actividad económica de la provincia, a través de un entramado configurado por 427 empresas en las que trabajan 3.500 personas y que generan una producción que supera los 23.000 millones de pesetas. El aceite de oliva y la automoción son las dos actividades que se sitúan por encima del textil, un sector prácticamente igualado con el muy activo campo de la madera. Un informe recomienda crear un centro de formación.

Punto de partida

Para estudiar las perspectivas de futuro del textil, conocer sus debilidades y plantear propuestas, la Diputación de Jaén ha elaborado un informe del sector, incluido en el proyecto Reto Rural que financia la UE. El valor de la producción total del textil, cuero y calzado de Jaén se sitúa en el tercer puesto de Andalucía, por detrás de Sevilla y Málaga.El trabajo de investigación, realizado a lo largo de 18 meses por toda la provincia, ofrece una visión muy clara en cuanto a las debilidades del textil en Jaén, sus amenazas, las fortalezas que se deben potenciar y las oportunidades que tiene ante sí. A pesar de todos los elementos que tiene en contra este sector, se considera como uno de los potenciales en la economía provincial por las posibilidades de futuro que presenta.

El capítulo más largo es el de las debilidades, entre las que destaca la baja productividad, la escasa inversión en investigación, el reducido dinamismo comercial, el bajo número de marcas propias, la poca cualificación de trabajadores y empresarios, así como la estacionalidad en la producción y ventas.

En el lado contrario de la balanza se sitúan como elementos positivos el que se trata de un núcleo empresarial joven surgido en los últimos 20 años, la actitud emprendedora, la polivalencia de la mano de obra, la calidad de muchos productos dirigidos a marcas reconocidas y que sea un empleo fundamentalmente femenino.

La producción de las empresas jiennenses se destina fundamentalmente al mercado nacional y sólo en una pequeña proporción sale fuera. Las exportaciones representan el 4,8% del total. Además, en la mayoría de los casos trabajan para otras empresas, lo que limita la autonomía. El informe ha detectado, con sorpresa, que no todos los empresarios que fabrican sus productos con una marca propia la tienen registrada, "lo que revela la escasa importancia que otorgan a la insignia como elemento fundamental de promoción".

El 52% de las empresas ubicadas en Jaén en el sector textil factura menos de 50 millones de pesetas, lo que refleja su pequeño tamaño. El 62% tiene menos de 500 metros cuadrados para desarrollar su actividad. En lo que se muestran pujantes es en las inversiones, ya que el 88% de los encuestados para hacer el informe realizó alguna en los últimos cinco años, con lo que incrementaron producción.

Casi la mitad de estas fábricas no comercializa directamente los productos que elabora y el medio que más utilizan para la venta de productos es a través de agentes comerciales, "pero es usual que sea el propio empresario o el gerente el que realice estas funciones". La difusión a través de internet, de ferias o de televisión es prácticamente nula. Tampoco se vende la producción de forma directa en tiendas propias o a través de franquicias. "Se trabaja para terceros y existe un porcentaje muy alto de subcontratación", resumió Francisco Reyes, diputado provincial de Promoción.

Reyes considera que los datos de este informe suponen "un punto de partida" para trabajar con el sector. Y son muchos los puntos de colaboración que se pueden iniciar, según pone de manifiesto el propio informe. Plantea que se realice formación con los directivos, que se incremente la oferta de cursos para trabajadores, que se firmen convenios con la Universidad de Jaén para que se puedan realizar prácticas y que se aborde un programa de información y asesoramiento en la gestión de calidad y medio ambiente.La recomendación más ambiciosa que plantea es la creación de un centro de formación, que podría dar valor a lo que se fabrica en Jaén y que serviría de impulso para las propias empresas. Esto implicaría seguir el modelo que se ha abierto con el sector de la madera, en el que se vio la necesidad de fomentar la cualificación y profesionalidad de unas empresas pujantes en la elaboración de muebles, pero que tienen escasa preocupación por la calidad de lo que ofertan.

Entre los déficit el informe advierte también sobre la economía sumergida, aunque Francisco Reyes restó importancia asegurando que es "un sambenito".