La medida del enjuague

Tras seis años de investigación, el juez encargado del asunto de las facturas falsas en que estaba implicado Jean-Claude Méry y otras sesenta personas archivó las actuaciones por falta de pruebas, sin saber que Méry, muerto meses antes, había dejado grabado el testimonio que había negado al juez. El autor de la confesión vivió todavía tres años después de grabarla, y durante ese tiempo el vídeo llegó a manos del entonces ministro de Economía, Dominique Strauss-Kahn, que también se lo guardó. El que se lo entregó fue Alain Belot, uno de los abogados de Méry.El productor que lo había grabado, que dice disponer sólo de una copia, hizo primero el tour de las televisiones, pero ninguna quiso emitir la cinta íntegra. Sólo Le Monde tiró para adelante.

Una cuarta parte del testimonio de Méry no ha visto la luz, debido a las alusiones de Méry a la vida privada de varias personas que no guardan relación con los hechos sometidos a la justicia.Tres copias del vídeo están en poder de otros tantos jueces, pero sigue sin aparecer el original ni los demás documentos comprometedores a los que hacía referencia el antiguo financiero del partido Agrupación para la República (RPR).

Todos los que tienen datos, pruebas o "más bombas preparadas para estallar" las guardan a la espera del momento oportuno.