Rezola inaugura el 4 de octubre en San Sebastián un museo que repasa la historia del cemento
El circuito museístico vasco ampliará su oferta a partir del próximo 4 de octubre. Ese día se inaugurará en San Sebastián el Museum del Cemento, un centro que repasa la historia de este material y reivindica su importancia en el progreso humano. El museo, que ha necesitado de una inversión de 90 millones de pesetas, está ubicado en el edificio de la antigua escuela donostiarra de Añorga y tiene una superfie útil de 400 metros cuadrados que albergará la exposición permanente y tres muestras temporales al año. La primera estará dedicada a la obra de Eduardo Chillida.
La apertura del museo supone todo un acontecimiento en el País Vasco. Fundamentalmente por lo insólito de la propuesta. Lo subrayaba ayer el promotor de la iniciativa, el presidente honorífico de la compañía, José María Echarri: "el Museum del Cemento es un proyecto pionero a nivel estatal que supondrá la entrada de Añorga en el circuito cultural vasco, además de ser un complemento de valor añadido para la formación de escolares y estudiantes técnicos". La iniciativa tendrá así un carácter genérico. Fundamentalmente repasará con su exposición permanente el "pasado, presente y futuro de una actividad básica para el progreso humano", no demasiado conocida por el gran público. El museo tendrá su sede en el antiguo edificio de la escuela de Añorga, lugar en el que se formaron varias generaciones de hijos de trabajadores de Cementos Rezola y de otras compañías como Michelín y Luzuriaga. Los impulsores del proyecto han querido respetar la estructura original del inmueble, que ha sido restaurado por el equipo que dirige el arquitecto Luis Peña Ganchegui. El espacio expositivo, que cuenta además con una sala de conferencias, tiene 400 metros cuadrados de superficie útil.
La mayor parte de este espacio se dedica a la exposición permanente que se ordena en torno a un cilindro que ocupa el espacio central y organiza la visita. La muestra abarca siete grandes áreas. Entre ellas, una dedicada a conocer cómo se gestó el desarrollo industrial en el País Vasco, cúales fueron los sectores pioneros y qué peso específico ocupó la industria cementera en esta evolución. El visitante se sorprende con las condiciones laborales de los trabajadores de principios de siglo. Un empleado trabajaba 13 horas al día en 1900 y el jornal de un obrero cualificado era de 6 pesetas 19 años más tarde.
La muestra se sustenta sobre maquetas, paneles multimedia, mapas litológicos y diversos materiales y objetos que se emplean en la industria cementera. También los que han proliferado en los últimos años, los que surgen de una combinación de "materiales más fuertes, ecológicos ya conocidos; cemento, fibra de vidrio, madera y que dan lugar a otros con mejores y más versátiles características, durabilidad, resistencia y ecología". Bajo esta explicación, una vitrina alberga muestras de fibra de polipropileno, de vidrio o de hormigón. La exposición propone además un viaje que descubre los secretros del cemento Portland, desde la extracción en la roca, hasta su puesta en la obra y explica detalladamente , paso a paso, todo el proceso de fabricación del cemento. Los impulsores tampoco podían obviar una aproximación humana a las aportaciones de este material. Cristina Aguirre, directora de K-6, la empresa responsable del contenido del espacio expositivo, explicó ayer que se ha querido "introducir el cemento como uno de los materiales clave en la transformación del paisaje". De ahí que exista un espacio dedicado a demostrar que "ha cambiado la relación tradicional del hombre con la naturaleza".
El Museo del Cemento pone el broche de oro a los actos de conmemoración del 150 aniversario de Cementos Rezola. Por eso no podían faltar alusiones a la empresa. Se exhiben fotografías de la salida de los obreros de la fábrica en 1915, imágenes del taller mecánico en el que trabajaban en aquella época. Se alude además, al fundador, José María Rezola (1822/1867) y al crecimiento y consolidación de la empresa.
Este espacio, que proyecta organizar tres exposiciones temporales al año, tendrá en su inauguración una dedicada a la obra de Chillida. Será el 4 de octubre, cuando la propuesta de Rezola se integre en un circuito formado por 46 museos que, según Echarri, "los organismos públicos y las empresas privadas están tejiendo para recuperar un vasto patrimonio cultural relacionado con la actividad industrial en Euskadi". En el acto inaugural participarán la consejera vasca de Cultura, Mari Carmen Garmendia, el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza y Hervé de Saint Pierre, presidente de Financiera y Minera, grupo en el que está integrada la empresa.
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