El escándalo de la cinta de vídeo contra Chirac salpica a Strauss-Kahn, ex ministro del Gobierno de Jospin
Todos los países tienen, mayor o menor, un reducto o zona en el que parecen reinar modos de república bananera. En Francia, esa región parece situarse en el Ayuntamiento de París. Todo lo que sucede en o alrededor de ese organismo se diría atravesado por vientos de corrupción y chapuza. Ahora es el ex ministro socialista de Economía y Finanzas Dominique Strauss-Kahn.La semana pasada se cerraba con la aparición de un vídeo en el que el fallecido financiero oculto del partido gaullista la Unión por la República (RPR), Jean-Claude Méry, explicaba, implicando a Chirac, cómo había puesto en pie un sistema para cobrar comisiones sobre todas las obras públicas y alimentar así la caja del partido. Ahora se trata de Dominique Strauss-Kahn, más conocido en la jerga política francesa por sus iniciales, DSK, quien reconoce que desde hace más de un año tenía en su poder dicho vídeo.
En esa época, DSK era ministro y estaba obligado a aportar a la justicia lo que podía ser estimado como una prueba sobre las técnicas de extorsión vigentes en el Ayuntamiento de la capital francesa. "Nunca miré el vídeo y no sé dónde pude guardarlo. ¡Ni siquiera sabía que acusaba al presidente de la República!", ha dicho un poco creíble DSK. La derecha acusa al primer ministro Lionel Jospin de ser el instigador de la maniobra, de haberse servido del ex ministro para calumniar a Jacques Chirac. DSK recibió la cinta de manos del abogado Alain Belot, como representante de Méry y del modista Karl Lagerfeld. Según Belot, la cinta fue entregada a DSK para que el Ministerio de Economía hiciera la vista gorda respecto a los más de 200 millones de francos (unos 5.000 millones de pesetas) que el diseñador debía al fisco. Para DSK, la cinta le podía ser muy útil, pues entonces él soñaba con ser algún día alcalde de París.
Jospin se ha limitado a decir: "La primera vez que oí hablar de la cinta fue el pasado jueves, cuando Le Monde publicó las declaraciones de Méry; (...) es Dominique Strauss-Kahn quien debe aclarar la situación". Los jueces de instrucción han ordenado un registro del domicilio de DSK y de su despacho. Todo el mundo levanta la voz y acusa al contrario de conspirar.
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