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LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VASCO

El PNV trata de ganar tiempo para movilizar a sus bases ante el inevitable adelanto electoral

El PNV necesita ganar tiempo ante un adelanto de las elecciones vascas que ya considera inevitable. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, intentará que las mociones de censura presentadas por el PSOE y el PP -éste la formalizó ayer mismo- y, sobre todo, el debate sobre los derechos humanos y el Estatuto de Gernika que él mismo solicitó el pasado viernes sirvan para reflejar la, a su juicio, "nula voluntad" del Gobierno de Aznar para desarrollar ese marco legal. La cascada de iniciativas en el Parlamento vasco permitirá a Ibarretxe posponer su disolución y al PNV movilizar a sus bases.

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En manos de PP y PSE

Ibarretxe ya lo dijo el pasado domingo en las campas de Salburua (Álava) ante decenas de miles de afiliados y simpatizantes del PNV: quiere vender cara su derrota. Y para eso necesita tiempo. La petición al presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, para que convoque un pleno monográfico sobre el Estatuto de Gernika y que podría desglosarse en dos si se dedica otra sesión plenaria a su propuesta sobre pacificación, es una forma de preparar el terreno para una cita con las urnas que se asume ya como inevitable.Desde La Moncloa y el PP se da por hecho que Ibarretxe adelantará las elecciones al haber fracasado su intento de que EH -la marca electoral de HB- lograra una tregua de ETA y, posteriormente, al no cuajar en un acuerdo su acercamiento al PSE.

También está convencido el Gobierno central de que el PNV aprovechará este periodo previo a la cita con las urnas para responsabilizarle de la situación de bloqueo en que se encuentran las instituciones vascas y, en consecuencia, del anticipo electoral.

El pleno del Parlamento de Vitoria propuesto por Ibarretxe tendrá como principal objetivo visualizar "la mentira" en la que se basa toda la campaña del PP contra un nacionalismo, "al que siguen acusando de estar unido en Lizarra", según manifestaron ayer fuentes del Gobierno vasco.

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Se trata de "demostrar a los ciudadanos vascos que el PP ni ha creído ni cree en el Estatuto vasco; sólo lo utiliza de excusa para intentar tumbar a este Gobierno", añadieron estas fuentes.

Ibarretxe está deseoso de que se plasme esta imagen para pasar a la contraofesiva. Pero, además, esta iniciativa prolonga la superviviencia de su Gabinete y da un margen de tiempo al PNV para movilizar a sus simpatizantes, preparar el programa electoral y decidir si le mantiene como candidato a lehendakari. El líder del PNV, Xabier Arzalluz, hizo el domingo, durante el Alderdi Eguna (Día del Partido),un llamamiento a la movilización de las bases.

En el Gobierno central y el PP no pasó inadvertido este llamamiento y el balance de la gestión de Ibarretxe que hizo Arzalluz. "Todo sonaba a preparación electoral", apuntaban ayer en La Moncloa.

Con esta estrategia de atrincheramiento se descarta la posibilidad de que haya cambios en la cúpula del PNV, al menos hasta después de las elecciones, y se admite como probable que Ibarretxe repita cartel electoral, "pese a estar calcinado", según fuentes del PP. "La disidencia interna no se atreve con un Arzalluz que mantiene un férreo control del partido y ha apostado por Egibar", señalan las mismas fuentes, aludiendo al portavoz del PNV y exponente de la estrategia que se plasmó en el Pacto de Lizarra.

El Gobierno vasco, según sus portavoces, sigue adelante con los planes previstos, que pasan por la elaboración de los presupuestos del año próximo, aunque "puede pasar cualquier cosa", admiten. Ibarretxe anunció el pasado viernes que, si continúa el bloqueo del Parlamento vasco por parte de la oposición, "habrá elecciones" anticipadas.Curiosamente, el calendario de las próximas semanas está en manos de la oposición. Tanto el PP como el PSE, con mayoría en la Junta de Portavoces del Parlamento vasco, son los que van a decidir el orden de los debates pendientes: dos mociones de censura y al menos un pleno monográfico, que podría desdoblarse, a propuesta del lehendakari.Serán los órganos de dirección de la Cámara los que decidan si la demanda de Ibarretxe para debatir en pleno sobre el Estatuto y la pacificación del País Vasco se realiza en dos sesiones o en una sola. "Son temas tan diferentes que podrían dar lugar a dos plenos, pero eso lo tiene que decidir la Mesa", indicaron fuentes gubernamentales.

La cita es el jueves. La Junta de Portavoces establecerá el método y el ritmo. Tanto el PP como el PSOE quieren que sus mociones se debatan antes que las iniciativas de Ibarretxe. Las mociones de censura, aunque aumentan la presión sobre el Gobierno al dejar patente su situación de minoría, también le dan un margen de tiempo, pues Ibarretxe no puede disolver el Parlamento mientras las mociones no se hayan debatido y votado.

Después de que los socialistas lo hicieran el viernes, los populares formalizaron ayer su moción de censura contra el lehendakari al que acusan de "llevar al País Vasco a la mayor crisis de su historia". "Por si no le sirven las dos mociones de censura, el debate sobre su propuesta va a funcionar como una cuestión de confianza", declaró el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz.

El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, respondió y calificó la iniciativa de "estéril".

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