El 41% de las trabajadoras del calzado abandonaría el sector, según un estudio

Las condiciones de vida de las mujeres que trabajan en el sector del calzado pueden definirse como muy deficientes por su alta probabilidad de riesgos laborales, "que atentan gravemente a su salud integral". Esta es una de las conclusiones del estudio realizado por CC OO en la Comunidad Valenciana después de entrevistarse con 1.106 mujeres de todas las comarcas productoras.Condiciones laborables poco favorables, precariedad en el empleo, temporalidad o la poca valorización del trabajo femenino son algunas de las razones que explican que el 41% de las encuestadas prefiera trasladarse a otro sector. Neus Pont, coordinadora del estudio editado bajo el título Zapatos de Cristal, aseguró ayer que queda demostrado que las aparadoras tienen una labor muy cualificada, pese a que cobran menos, y acusó a los empresarios de cometer un "fraude laboral y fiscal de límites insospechados", en sus contratos. Del total de las mujeres encuestadas, la mitad trabaja en sus casas, mientras que el 25% lo hace en fábricas y el resto en talleres.

Los encargados del estudio, profesores de las universidades de Alicante y Valencia, han confrontado la salud de las entrevistadas con la Encuesta Nacional de Salud. Su conclusión es que es "peor" en las mujeres que trabajan en el sector, y tienen un mayor riesgo a sufrir enfermedades crónicas. De hecho, definen las condiciones de trabajo como "insalubres", en lugares con escasa ventilación, polución ambiental, expuestas a inhalación de vapores tóxicos y manipulación constante de productos químicos.

El 45% de las mujeres han aprendido el oficio de un familiar. Una especialización que no está valorada, y que en el caso de las aparadoras con la máquina de coser, requiere de dos años de prácticas. Las jornadas laborales oscilan sobre las 10 horas diarias, con una media salarial de entre 300 y 400 pesetas la hora.