Jardines sembrados de música
La séptima edición del Festival de Música Antigua de Aranjuez comenzó ayer con importantes novedades. La primera, la celebración de paseos musicales guiados por los jardines. El primero tuvo lugar en el jardín de la Isla. El grupo Camerata Iberia interpretó obras renacentistas precisamente en un jardín del Renacimiento. Otras novedades han sido la ampliación del presupuesto para el festival, que ha ascendido a 22 millones de pesetas, y la separación de la muestra del resto de actuaciones que integran el Festival de Otoño de Madrid, lo que le hace adquirir un nombre propio.Más de 200 personas asistieron ayer al primero de los conciertos. A las 17.30, los visitantes partieron de la puerta del jardín de la Isla acompañados de guías, que explicaron a los asistentes el valor monumental y paisajístico del entorno. "Es una forma de que la gente corriente pueda presenciar un espectáculo musical renacentista en el mismo sitio donde la corte y los reyes lo celebraban", relató Santiago Soria, jefe de Parques y Jardines del Patrimonio Nacional.
"Siempre nos había parecido que el festival estaba un poco de espaldas a la riqueza patrimonial de esta ciudad y por fin hemos conseguido contar con estos jardines, que son un marco incomparable para celebrar varios de los conciertos organizados", afirma Javier Estrella, director del festival. "En España hay muy pocos festivales de música antigua, y creo que si esta iniciativa cuaja y se sigue realizando en torno a la riqueza de Aranjuez, este festival adquirirá una gran relevancia", añade. Además del Patrimonio Nacional, también han colaborado el Ayuntamiento de Aranjuez, la Comunidad de Madrid, el Ministerio de Cultura y la editorial Doce Calles.
"Yo creo que ha sido una idea espléndida. Me parece espectacular el sitio elegido para oír esta música", aseguraba un joven que formaba parte de un grupo de estudiantes suramericanos que realizan estos días un master de sanidad en la Universidad Carlos III.
Otros asistentes apuntaron la idea de que en años próximos se haga alguno de los conciertos de noche o en barcas sobre el río. Esta última es una idea que no está descartada. Ya anunciaron los organizadores que está en estudio realizar conciertos desde una falúa en medio del Tajo. Este festival nació hace siete años. En 1998 pasó a formar parte del Festival de Otoño y ahora ha recuperado su autonomía como una muestra diferenciada.
Hoy, domingo, tendrá lugar el segundo de los paseos musicales. A las doce de la mañana, en el jardín del Príncipe, habrá una visita guiada con toques de trompas y timbales sobre música del siglo XVIII y un concierto final en la Casa del Labrador. El precio oscila entre las 800 y las 2.500 pesetas.
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