PSE y PP tratan de acelerar con la censura la convocatoria de elecciones

El debate del viernes en el Parlamento continuó ayer en otros foros. El PSE subrayó que con la moción de censura sólo pretende poner en evidencia "el fracaso" y la soledad del lehendakari, Juan José Ibarretxe, y "dar la palabra" a los ciudadanos para que hablen en las urnas. El portavoz del Gobierno vasco, por su parte, retó al PP y a los socialistas a presentar un programa común, y dijo que una moción de censura sin alternativa es "un fraude".

La Mesa del Parlamento vasco tendrá que ordenar el martes las iniciativas surgidas del pleno de anteayer: la petición del lehendakari de dos debates monográficos sobre su última propuesta política y el desarrollo del Estatuto, y las mociones de censura del PSE y del PP. La resistencia de Ibarretxe a convocar elecciones anticipadas, a pesar de que asumió que probablemente tendría que hacerlo pronto, así como las explicaciones y la actitud mantenida por el PNV en el debate, fueron decisivas para que los socialistas registraran el mismo viernes su moción de censura. El PP anunció que hará lo propio el lunes. "Ibarretxe ha preferido seguir con sus reivindicaciones nacionalistas antes que unir a los demócratas", explicó ayer el portavoz del PSE, Rodolfo Ares. Aunque la moción no puede prosperar -PP, PSE y UA sólo suman 32 votos sobre los 38 de la mayoría absoluta necesaria-, la intención de los socialistas y populares es poner en evidencia que el Gobierno de Ibarretxe tiene menos apoyos (los 27 del PNV y EA) que la oposición y no puede seguir gobernando. En este sentido, "la moción va a salir adelante", anticipó el vicesecretario general del PSE, Jesús Eguiguren. Los socialistas reconocieron ayer que hubiera sido preferible que el PP se sumara a su censura en vez de duplicar las iniciativas desde la oposición, pero no pusieron en duda que los votos de ambos grupos parlamentarios se apoyarían en las dos votaciones.Mientras que PSE y PP basan su censura a Ibarretxe en la quiebra política y social abierta con el alineamiento de su Gobierno con las tesis del Pacto de Lizarra, desde el PNV se acusa a los partidos no nacionalistas de pretender sólo el poder. Xabier Arzalluz, en un artículo publicado ayer en el diario peneuvista Deia, asegura que la razón del "acoso" a su partido o al lehendakari no es Lizarra ni el acuerdo parlamentario con Euskal Herritarrok (EH), "sino tumbar a Ibarretxe" y "terminar con el nacionalismo".

En el mismo sentido, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, desafió a socialistas y populares a que presenten un "programa común", con un candidato a lehendakari alternativo y propuestas alternativas en todos los campos a los que se refirió el viernes el lehendakari. Pese a reconocer que se trata de un "instrumento legítimo", Imaz acusó de obstruccionistas a los dos grupos de la oposición, y señaló que, si evitan mostrar cuál es su alternativa de gobierno, cometerán "un fraude democrático".