La F-1 se adueña de Indianápolis
El Mundial regresa a EE UU nueve años después de que Ayrton Senna ganara en Phoenix
Nueve años después de la última carrera (el brasileño Ayrton Senna se impuso en Phoenix en 1991), la fórmula 1 regresa a Estados Unidos con todos los honores. Bernie Ecclestone ha elegido el mejor escenario para que el regreso se convierta en una auténtica bomba: el circuito de Indianápolis. Y deportivamente el momento es el idóneo. El título mundial se está decidiendo y quedan sólo tres carreras: el finlandés Mika Hakkinen (McLaren Mercedes) es líder con 80 puntos, y le lleva sólo dos de ventaja al alemán Michael Schumacher (Ferrari), que ayer realizó el mejor tiempo en los primeros entrenamientos. 250.000 abonados han retirado ya sus entradas. Hace dos años que en Indianápolis, punto neurálgico del automovilismo estadounidense desde 1911, trabajan en la construcción del trazado para la F-1. Kevin Forbes, que ha dirigido la reforma, ha utilizado algo menos de la mitad del circuito oval y una sola curva. Sin embargo, será en esa zona donde los pilotos alcanzarán las máximas velocidades (hasta 320 kilómetros por hora) y se verán obligados a permanecer con el pie apretando a fondo el acelerador más de 20 segundos. La acelaración más larga hasta ahora se producía en Hockenheim, donde duraba 16 segundos. "Será difícil ajustar los coches. El resto del circuito es muy lento y virado", explicó Jacques Villeneuve, el único piloto actual campeón de la F-Indy y de la F-1. "Creo que la F-1 puede impactar, aunque en EE UU están muy acostumbrados a pisar el paddock y tener un contacto muy directo con los pilotos".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.