El pacto entre Pujol y Clos abre una nueva etapa en la Fira de Barcelona
La Generalitat se incorporó ayer a los órganos de gobierno de la Fira, cerrando así muchos años de tensiones entre el Ejecutivo catalán y el Ayuntamiento de Barcelona. El presidente del Gobierno catalán, Jordi Pujol, garantizó que se inicia una colaboración definitiva de las dos administraciones en materia de política ferial. El alcalde Joan Clos, autor del impulso del pacto, presidirá el consejo general del consorcio, en el que la Cámara de Comercio ha perdido influencia.
La Fira de Barcelona ha sido refundada con la entrada de la Generalitat, que pasa a ser accionista del consorcio a partes iguales con el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio. Jordi Pujol declaró que la nueva situación de la Fira, producto de un gran pacto, "concuerda con otros esfuerzos comunes en materia de infraestructuras que en los últimos tiempos se han ido concretando, como la alta velocidad y la ampliación del aeropuerto". Con una clara intención de disipar cualquier duda sobre su pacto con el Ayuntamiento, Pujol mantuvo un tono positivo en la presentación de los nuevos órganos de gobierno de la Fira de Barcelona. Destacó la importancia de la "internacionalización" en este proyecto de futuro, en clara alusión a uno de los aspectos más destacados del plan estratégico que prepara la entidad.
Joan Clos calificó de "generosísima" la incorporación de la Generalitat al accionariado de la Fira de Barcelona. La coincidencia de Pujol y Clos en la necesidad de internacionalizar la Fira concuerda con el aspecto más novedoso del citado plan estratégico del consorcio. Este proyecto fue esbozado hace poco por el Consejo de Administración, compuesto por los empresarios Jaume Tomàs, José Manuel Lara, Salvador Gabarró, Jordi Clos, Josep Blanchart, Miquel Valls y Pere Vicens.
La creación del Consejo de Administración es el aspecto más innovador, ya que a partir de ahora éste será el órgano que marque las líneas de futuro, y no la Cámara de Comercio como hasta ahora.
La pérdida de influencia de la cámara en la Fira se ha hecho visible en los momentos finales de la negociación, que ayer culminó con la entrada de la Generalitat en el consorcio.
La composición del Consejo de Administración y la designación de Jaume Tomàs como presidente desvelan una correlación de fuerzas en la que la influencia de la Generalitat ha desplazado a la Cámara de Comercio, que preside Antoni Negre. Éste encabezaba hasta ayer el comité ejecutivo de la Fira, un órgano que ha sido reemplazado por el Consejo de Administración.
Las cámaras de comercio españolas están obligadas por ley a gestionar sus respectivas ferias de muestras, de ahí la interrelación existente hasta ahora entre ambas instituciones.
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