Cara a cara con las estrellas
En el mare mágnum que supone un rodaje, en medio del caos más absoluto que puede llegar a convertirse el proceso de producción de una película con cientos de extras, técnicos, especialistas, animales y vehículos, la sala de maquillaje es como un oasis donde el actor permanece tranquilo, repasa los diálogos y se concentra mientras un profesional va modelando pacientemente su rostro para transformar al actor en el personaje indicado. Por eso, maquilladores como Cristóbal Criado -Arjona, Jaén, 1935- tienen tan buena mano con los actores. Por estas mismas razones, este hombre no tiene un mal recuerdo de ningún intérprete, ni jamás ha sufrido el desaire de divismo por parte de algunas estrellas, aunque muchas de ellas, prácticamente caídas en el olvido y retiradas del cine, como Charlton Heston, Christopher Lee, Michael York, Silvia Kristel o Bo Derek.A diferencia de otros profesionales de su generación, Cristóbal Criado no se inició en el cine en producciones norteamericanas, ni siquiera cruzó por primera vez un plató en Madrid, sino que lo hizo en Francia, cuando los ecos de la Nouvelle Vague habían llegado a medio mundo y de la mano, precisamente, de uno de los principales artífices de este movimiento cinematográfico, Jean-Luc Godard. "Estudié magisterio, pero fui a París para realizar un curso en la Sorbona. Un día me llevaron a la prestigiosa escuela de cine que había en París y, mientras me enseñaban las instalaciones, me quedé maravillado por el maquillaje; así empezó todo".
Su primera película fue Pierrot le fou de Godard -"un hombre muy silencioso, que en los rodajes siempre se apartaba a un rincón para no molestar ni ser molestado"-, pero poco después intervino en La religiosa, de Jacques Rivette, donde trabajaba Paco Rabal, quien consiguió convencer a Criado para que se viniera a España.
Su primera película española fue Vivan los novios, de Berlanga. Desde entonces ha trabajado con algunos de los más importantes directores españoles: Manuel Gutiérrez Aragón, Bigas Luna José Luis Cuerda, Pilar Miró, José Luis Borau y, más recientemente, José Luis Garci. Precisamente por su trabajo de caracterización de Fernando Fernán Gómez en El abuelo logró ser nominado por la Academia del Cine Español.
Años antes había conseguido figurar entre los finalistas, esa vez por Las edades de Lulú, pero tampoco lo consiguió. Por eso se muestra más satisfecho con la nominación que consiguió en los prestigiosos premios Emy por su trabajo en la serie Casanova, donde tuvo que desarrollar una labor previa de documentación e investigación para conocer cómo era el maquillaje de la época y caracterizar a Faye Dunaway, Ornella Muti y Richard Chamberlain.
De la larga lista de películas en las que ha participado, las preferidas de Criado son las de tipo histórico, por su mayor dificultad. Así, cita Cristóbal Colón, de Vittorio Cottafavi. Otras películas de corte histórico en las que intervino fueron Marco Antonio y Cleopatra, con Charlton Heston, y Los tres mosqueteros, con Oliver Reed.
Con cerca de 40 años de profesión, Cristóbal Criado ha rodado en medio mundo, desde Japón hasta Noruega, pasando por Ecuador y África. Y no sólo ha maquillado a actores; el general de Gaulle -"permanecí todo el tiempo en silencio para que no se diera cuenta que no era francés"-; el príncipe Felipe, Alberti o Arnold Schwarzeneger -en su visita a España para la presentación de Terminator- han sido otros personajes que han pasado por sus manos.
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