El ex consejero está fuera de peligro tras cinco horas de operación y puede dejar el hospital en una semana

El ex consejero de Justicia José Manuel Recalde, al que ETA intentó matar el jueves, fue sometido ayer a una intervención quirúrgica durante cinco horas y media. Su estado es grave pero está fuera de peligro y podría abandonar el centro sanitario la próxima semana. Los médicos extrajeron de la mandíbula una bala del calibre 22, disparada con un revólver por el terrorista que intentó asesinarle.La operación a la que fue sometido ayer José Ramón Recalde, concluyó con éxito. El paciente se encuentra "bien" dentro de la gravedad y podría abandonar el centro sanitario en una semana, según informaron fuentes del hospital Nuestra Señora de Aránzazu donde se encuentra ingresado.

El consejero vasco de Sanidad, Gabriel Inclán, explicó que la operación comenzó sobre las nueve y media de la mañana y concluyó a las tres de la tarde, hora a la cual el paciente fue trasladado al Servicio de Medicina Intensiva del centro hospitalario, intubado y con ventilación asistida. El titular vasco de Sanidad explicó que la operación se efectuó "con intubación por nasofibroscopia y anestesia general", y que consistió en "una exploración minuciosa de la zona lesionada, en la que se apreció un orificio de entrada de proyectil en la mejilla izquierda, además de afectación de la mucosa y musculatura de la mejilla, lengua y suelo de la boca".

En este examen, se apreció también "fractura doble de la mandíbula izquierda y varias roturas en cuerpo y rama ascendente mandibular derecha", así como "tres fragmentos de proyectil de un centímetro aproximadamente en zona parotídea y submaxilar derecha".

Los médicos retiraron "los múltiples fragmentos" existentes en la herida, redujeron "las múltiples fracturas mandibulares" y le practicaron una "osteosíntesis mediante placas, tornillos y suturas de las zonas infectadas". Inclán precisó que "la evolución del paciente irá marcando las diferentes actuaciones que hay que hacer, aunque en principio se encuentra bien".

Indicó, asimismo, que en caso de ser precisas nuevas operaciones "serán en otra fase, si bien no tiene por qué haber nada especial". El consejero resaltó que la operación ha sido "una intervención larga" y muy minuciosa, por lo que, en su opinión, "no debe haber en principio demasiadas secuelas", si bien no descartó "alguna dificultad para poder hablar". "Esperemos que no", dijo.

La familia estuvo acompañada durante la espera por decenas de amigos.