El PP se queda solo en su intento de modificar la ley de Cajas
Sevilla El PP se encontró ayer con la oposición frontal del resto de los grupos parlamentarios en su intento de modificar la ley de Cajas de Ahorros a través de una proposición no de ley en la que instaba también a redactar el reglamento de la ley. El debate alcanzó altas dosis de dureza cuando el portavoz del PP, Antonio Sanz, acusó a Gobierno y PSOE de planear un "pucherazo y una chorizada" en algunas entidades al modificar la estructura de órganos "para que le salgan las cuentas".
A la par, socialistas, andalucistas e IU reprocharon al PP que su estrategia política pase por desestabilizar las entidades y llamar al incumplimiento de la ley. El PSOE había presentado tres enmiendas a la iniciativa popular, cuyo trámite rechazó este grupo, por lo que finalmente no salió nada en claro. Sanz abrió el debate con la polémica sobre la negociación de PP y PSOE el pasado verano: "La sugerencia era: 'salvadnos el tipo y después empezamos a negociar', algo que no podíamos admitir". Tras insistir en que la Junta pretende intervenir las entidades, con una mentalidad que "ya no existe ni en Cuba", aseguró que la Consejera de Economía, Magdalena Álvarez, tiene "intereses ocultos" por negarse a presentar el reglamento antes de que las asambleas vuelvan a reunirse para decidir si adaptan los estatutos a la ley.Sanz calificó de "auténtica chorizada" la decisión que supuestamente están tomando algunas cajas, entre ellas La General de Granada, para modificar las estructura de sus órganos: "Al PSOE no le salen las cuentas y opta por el pucherazo". "El PP no sólo lo va a denunciar aquí, si no que lo hará también jurídicamente", recalcó, al tiempo que proclamó su "respeto escrupuloso a la ley".
El portavoz socialista, Antonio María Claret García, dijo que su grupo había acudido al pleno con ánimo de discutir: "Pero Sanz trae emociones a ver si nos arrastra hacia lo irracional". Claret García replicó que el PP ha tomado como rehenes a miembros de las asambleas de las cajas para forzar una negociación del reglamento en la que se impongan sus tesis. "Y no permitirán la adaptación de los estatutos hasta que consigan lo que quieren". Según el socialista, llamar a boicotear una ley es ilegítimo y agregó que el afán del PP por desgastar al Ejecutivo de Manuel Chaves se está llevando por delante la estabilidad financiera.
Francisco Ríos, de IU, calificó de "alta traición" la, a su juicio, llamada a la insumisión por parte del PP y subrayó que quien torpedea una norma aprobada por un Parlamento no tiene credibilidad para pedir consenso o diálogo. Ríos añadió que el PP fracasó en su estrategia de que la ley no saliera adelante y ahora pretende bloquearla para conducir el proceso a la "privatización pura y dura".
El portavoz del PA, José Calvo, comentó que el dinero es cobarde y no quiere agitaciones, y aunque la ley no es la que su grupo quería, la respeta y la acata. Calvo, en contra de lo que había expresado el día anterior su compañero de grupo, Pedro Pacheco, aseguró que para el PA la elaboración de reglamento no es prioritaria.
El debate terminó con un diálogo a dos fuera del turno de palabra entre el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, y Sanz. El primero, que se sintió aludido por las acusaciones de pucherazo, dijo: "Cree el ladrón que todos son de su condición". Sanz contestó: "Quien se pica, ajos come".
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