Haider acusa a los Catorce de haber cometido una violación del derecho de la UE

El político ultraderechista austriaco Jörg Haider celebró ayer con una serie de ataques verbales contra el presidente francés, Jacques Chirac; el canciller alemán, Gerhard Schröder, y la diplomacia austriaca la retirada de las sanciones que en febrero impusieron los demás miembros de la Unión Europea (UE) al Gobierno de Austria para protestar contra el acceso al poder en Viena de la extrema derecha. Al mismo tiempo, el Gobierno de Israel condenó ayer con toda firmeza la decisión de los Catorce de levantar las sanciones impuestas contra Austria.

Haider, el hombre fuerte del Partido Liberal (FPÖ), anunció ayer que le gustaría encabezar un movimiento de dimensiones europeas. A partir del comunicado hecho público el martes por la presidencia francesa de la UE, los Catorce reanudan las relaciones diplomáticas a alto nivel con Viena, congeladas durante siete meses y medio.No obstante, tras levantar el bloqueo contra la coalición austriaca entre los conservadores (ÖVP) y derechistas (FPÖ), los Catorce quieren observar con atención el desarrollo del FPÖ, preocupados por la "evolución incierta" de este movimiento, definido como "populista de derechas con elementos extremistas", con características xenófobas y una ambigua relación con el pasado nazi.

Esta misma actitud -cautela, pero sin medidas concretas- ya había sido asumida por Estados Unidos cuando se formó el nuevo Gobierno. Washington mantendrá esta misma línea frente a Viena.

La naturaleza del FPÖ no ha cambiado. Así lo afirmó el propio Haider en una conferencia que convocó ayer en Klagenfurt, la capital de Carintia. Haider declaró que el Gobierno y el FPÖ "salen de las sanciones con la cabeza en alto".

Sostiene Haider que las medidas de los Catorce "no tuvieron efecto", dado que pretendían dividir la coalición gubernamental entre el FPÖ y el ÖVP, pero "la coalición es ahora más sólida que nunca". Según Haider, las sanciones "no tuvieron justificación en ningún momento", pero fue positivo que contribuyeran a "reforzar el patriotismo en Austria".

Patriotismo diplomático

Menos satisfecho se mostró Haider con la "lamentable imagen de indecisión" mostrada por la diplomacia austriaca y exigió al Ministerio de Asuntos Exteriores que "enseñe patriotismo a los diplomáticos profesionales". No le molesta que los Catorce quieran continuar vigilando al FPÖ, porque esta decisión no es más que "un pequeño consuelo" para el presidente Chirac, que "ya ha padecido bastantes humillaciones".Con sarcasmo atacó Haider, una vez más, al jefe del Estado francés, impulsor de las sanciones como prevención contra el auge de la extrema derecha. Con más ahínco aún, agredió de palabra al canciller alemán, Schröder, en una entrevista con el semanario News. Según Haider, el socialdemócrata Schröder es de las personas "sin escrúpulos" que "pisotean a cualquiera que ponga en peligro su campo de poder". Haider criticó la "insoportable soberbia monárquica" de Schröder y anunció que muy pronto "su partido se volcará contra él".

El líder derechista agradeció la "solidaridad transnacional de mucha gente con Austria y sus ciudadanos" durante el periodo del bloqueo, y también mencionó que se podría imaginar al frente de un movimiento "liberal" paneuropeo: "Sería muy, muy importante diseñar un nuevo concepto de UE. Yo mato a la burocracia".

Tras acusar a los Catorce de haber violado de "forma escandalosa" el derecho de la UE con la imposición de las sanciones contra Austria, Haider dijo que le gusta la propuesta del comisario europeo Günter Verheugen de realizar un referéndum acerca de la ampliación: "Soy un político populista que quiere consultar sencillamente al pueblo antes de que se tomen decisiones importantes". Añadió que Austria podría convocar un plebiscito de forma unilateral en caso de que los demás socios no aprueben la propuesta de Verheugen.

Alerta frente al FPÖ

Devolviendo el golpe a los Catorce, que recomiendan "estar alerta" frente al FPÖ, Haider mantuvo que es necesario "estar alerta" ante la ampliación de la UE hacia los países del Este, así como se necesita "una mayor vigilancia de la UE", porque no hay que seguir "aceptando sin críticas todo lo que venga de Bruselas". Por su parte, el Gobierno de Israel condenó ayer con toda firmeza la decisión de la Unión Europea de levantar las sanciones impuestas contra Austria hace siete meses, después de la entrada en el Ejecutivo de la extrema derecha liderada por Jörg Haider, informa Ferran Sales desde Jerusalén.

El Gabinete de prensa del primer ministro israelí, Ehud Barak, proponía en su nota de condena contra la UE que se mantengan las sanciones contra Austria mientras el partido de Haider permanezca en el Gobierno de Viena.

Por otra parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores aseguraba a la prensa que mantendrá por ahora en Jerusalén al embajador israelí en Viena, al que se "llamó a consultas" pocos días después de la llegada de Haider al poder, como señal inequívoca de protesta por el retorno del nazismo al poder. Al mismo tiempo recordaba la experiencia histórica del nazismo alemán e invitaba a los demás países occidentales a secundar este tipo de protesta contra Austria.

"Por ahora, no estamos dispuestos a cambiar nuestra posición. Los europeos tienen su política y nosotros la nuestra", afirmó Aviv Shiron, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel.